La Justicia de Brasil emplazó este jueves al presidente, Jair Bolsonaro, para que explique sus críticas al sistema electoral del país, cuando falta un poco más de tres meses para los comicios nacionales en los que buscará ser reelegido.

El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Edson Fachin, le dio un plazo de cinco días al mandatario para que responda por las declaraciones que realizó contra el voto electrónico y la justicia electoral, durante un encuentro con diplomáticos extranjeros celebrado el lunes en la casa de Gobierno.

La exigencia del tribunal responde a una demanda presentada por varias fuerzas de la oposición, entre ellas el Partido Democrático Laborista (PDT) y el partido de los Trabajadores (PT), que acusaron a Bolsonaro de propaganda electoral anticipada, abuso de poder y crímenes contra el Estado democrático.

La acusación fue remitida el pasado martes, junto a un pedido a Facebook e Instagram (redes sociales pertenecientes a la compañía Meta, calificada como organización extremista en Rusia, donde están prohibidas) para que que eliminen de sus plataformas los videos en los que se ve a Bolsonaro arremeter, nuevamente y sin pruebas, contra las urnas electrónicas.

La reunión se llevó a cabo el lunes en la residencia oficial del Palacio de la Alvorada, en Brasilia. Allí, frente a unos 40 embajadores, Bolsonaro insistió en su campaña de descalificación del sistema electoral.

En el encuentro con los diplomáticos, el mandatario señaló que el sistema electoral brasileño, que cuenta con votación electrónica desde 1996, «es completamente vulnerable«.

Las encuestas de cara a los comicios del 2 de octubre dan como ganador al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien este jueves formalizó su candidatura. El último sondeo, realizado por la empresa Exame/Idea, refleja que Lula se impone por 11 puntos sobre Bolsonaro, con el 44 % de la intención de voto contra el 33 %.