La inteligencia artificial da con la clave del éxito en carreras creativas del arte y la ciencia
La pregunta de cómo conseguir el éxito como artista o al consagrarse a otro oficio creativo tiene finalmente una respuesta respaldada por la ciencia. Un equipo de investigadores de la Kellogg School of Management de la Universidad del Noroeste (EE.UU.) determinó que la «racha caliente» de los grandes pintores, directores de cine o incluso científicos se atiene a cierto patrón que se puede enseñar y poner en práctica en beneficio de la carrera.
La fórmula ‘mágica’ que permite lograr que el trabajo tenga un alto y prolongado impacto —la denominada «racha caliente»— se inicia con un período de «exploración«, cuando el profesional estudia y experimenta con diversos estilos o temas, seguido inmediatamente de un período de «explotación«, en el que ya se centra en un área delimitada para ser experto en ella.
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications y sus autores opinan que sus resultados «pueden tener implicaciones para identificar y fomentar el talento en una amplia gama de ámbitos creativos».
Los investigadores descubrieron ese ‘patrón del éxito’ mediante la inteligencia artificial, con la que procesaron un gran volumen de datos relacionados con artistas, directores de cine y científicos. Así, vieron que los resultados deseados llegaban después de años de «exploración» y años de «explotación».
Antes de convertirse en uno de los principales artistas del expresionismo abstracto, Jackson Pollock se dedicaba al dibujo y la estampa, y pintaba cuadros surrealistas de humanos o animales y de la naturaleza. De acuerdo con el nuevo estudio, fue durante esa etapa de «exploración» que Pollock desarrolló su ‘técnica de goteo‘ y, tras otro período de «explotación» de la nueva forma de crear arte salpicando los lienzos con pintura, llegó a gozar de tres años de «racha caliente» entre 1947 y 1950, cuando creó sus obras más famosas.
De la misma manera, Van Gogh tuvo su mejor período entre 1888 y 1890, cuando pintó ‘La noche estrellada’, ‘Jarro con doce girasoles’ y ‘El dormitorio en Arlés’. Antes de esa «racha caliente», sus cuadros no se caracterizaban por colores tan brillantes y llamativos; eran más realistas y menos impresionistas.
Dashun Wang, quien dirigió el estudio, subraya que «ni la exploración ni la explotación por sí solas se asocian con una racha caliente», sino que «es la secuencia de ambas juntas» lo que produce el resultado. «Aunque la exploración se considera un riesgo, porque puede no llevar a ninguna parte, aumenta la probabilidad de tropezar con una gran idea», explica.
«En cambio, la explotación suele considerarse una estrategia conservadora. Si se explota el mismo tipo de trabajo una y otra vez durante un largo período de tiempo, se puede ahogar la creatividad. Pero, curiosamente, la exploración seguida de la explotación parece mostrar asociaciones consistentes con la aparición de rachas calientes», concluye.
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