La Iglesia católica polaca pide a un tribunal verificar si una víctima de abuso sexual es gay y disfrutó de los encuentros con un sacerdote
Una diócesis católica de Polonia se disculpó esta semana por haber pedido a un tribunal que comprobara si un hombre que fue abusado sexualmente por un sacerdote en la niñez era o no gay y si, en consecuencia, pudo haber disfrutado del encuentro íntimo.
La víctima, Janusz Szymik, ahora de 48 años, había denunciado a la diócesis de Bielsko-Zywiec ante un tribunal civil el año pasado, alegando haber sido abusado en la década de 1980 por un sacerdote de una iglesia local cuando era un monaguillo. El acusado admitió haber tenido relaciones sexuales con el menor en 2015 y dos años después fue inhabilitado por cinco años por la Congregación de la Doctrina de la Fe del Vaticano.
De acuerdo con documentos legales del caso, revelados este martes por el portal polaco Onet, la Iglesia quería que un experto sexólogo verificara «la orientación y preferencias sexuales» de Szymik y determinara si mostró «satisfacción» por mantener una relación íntima con el reverendo u obtuvo cualquier «beneficio material» de ese contacto. Asimismo, la diócesis aseguraba en la respuesta a la demanda que la relación entre el clérigo y el monaguillo implicado «se basó en beneficios voluntarios y mutuos».
Tras la investigación de Onet, este jueves la diócesis de Bielsko-Zywiec emitió un comunicado en el que aceptó que en su carta al tribunal no debió incluir preguntas sobre la sexualidad de la víctima ni haber sugerido que disfrutaba de los encuentros con el religioso. «Pedimos disculpas a Janusz ya todos los que se han escandalizado», resalta la misiva.
Janusz Szymik, quien actualmente busca ser indemnizado con tres millones de eslotis (aproximadamente 760.000 dólares), ha expresado su sorpresa por el desarrollo del caso. En una entrevista, afirmó que el obispo de Bielsko-Zywiec, Roman Pindel, había mostrado previamente compasión hacia él por su experiencia de niño. «Ahora quiere demostrar que soy una persona homosexual, que la pedofilia me dio placer, que todo lo que pasó fue voluntario, que me beneficié», manifestó.
Los obispos católicos de Polonia ya habían criticado duramente a esa diócesis del sur del país. Según Associated Press, el reverendo Piotr Studnicki, director de una oficina especial para la protección de los niños dentro de la Conferencia Episcopal Polaca, recalcó este miércoles que el tema de la orientación sexual de un niño «no puede constituir un argumento en contra» de la persona perjudicada ni «disminuir la responsabilidad del perpetrador». «Un niño nunca es responsable de la violencia experimentada», añadió.