La Corte Constitucional promete una lucha severa contra la corrupción

Las apuestas daban por hecho que la primera sesión de la Corte Constitucional sería de consensos rápidos. Esa hipótesis se sustentaba en que los nuevos jueces no eran extraños entre ellos.

La mayoría, Hernán Salgado, Daniela Salazar, Agustín Grijalva, Alí Lozada, Ramiro Ávila, Carmen Corral y Karla Andrade comparten un pasado común en las aulas de las universidades Católica y Andina de Quito. Ellos han sido compañeros de cátedra, maestros y alumnos. Apenas Enrique Herrería y Teresa Nuques rompen con ese esquema. Los dos son de Guayaquil y en la sesión inaugural de la Corte Constitucional se sentaron juntos.

El primer acto de los flamantes jueces fue acudir a la Asamblea Nacional para ser posesionados oficialmente. Ellos superaron el concurso que organizó el Consejo de Participación Ciudadana.

Este proceso duró alrededor de tres meses desde que el Ejecutivo, la Asamblea y la Función de Transparencia enviaron sus candidatos. Entre todos sumaron 23 aspirantes que fueron sometidos a una evaluación de su formación académica y profesional; a pruebasescritas y orales y, finalmente, a una etapa de impugnación desde la ciudadanía.

Al final de la elección fueron escogidos nueve jueces titulares y nueve que estarán en la lista de elegibles. Todos fueron posesionados por la presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, en una ceremonia muy corta y que no tuvo discursos.

Cabezas les recordó a los jueces su deber con el país al ejercer una magistratura en el máximo tribunal de justicia constitucionaldelEcuador. Luego tomó el juramento y los declaró legal y constitucionalmente posesionados. De inmediato, cada uno suscribió el acta que formalizó el inicio de funciones.

A la salida del Parlamento a cada uno lo esperaba un vehículo de la Corte Constitucional. El trayecto es corto, no llega ni a cinco minutos en carro. El primero que arribó fue Hernán Salgado, quien decidió ingresar directamente por el parqueadero.

Luego llegó Enrique Herrería, quien pidió que se lo dejara en la puerta de entrada de la sede de la Corte. Ahí lo esperaba la prensa, pero el jurista sostuvo que todos sus compañeros llegaron a un acuerdo para no dar declaraciones antes de la sesión.

A las 11:00, el resto de magistrados arribó y se completó la sala de sesiones, ubicada en el décimo piso de la sede del tribunal.

Las decisiones a puerta cerrada

“No hay humo blanco”, explicó una funcionaria de la Corte Constitucional dos horas después de que se iniciara la primera reunión de la Corte Constitucional.

Los magistrados se reunieron con el objetivo de llegar a un consenso para elegir a su presidente y vicepresidente. Además, para informar sus primeras decisiones sobre el manejo de la Corte Constitucional, que estuvo en una vacancia obligatoria desde agosto del año pasado.

Las horas siguieron y la reunión se mantenía a puerta cerrada. Ninguno de los nueve magistrados dejó la sala. Allí les llevaron sus almuerzos y siguió el debate. A las 15:00 se inició la elección de las autoridades.

El acto siguió en privado, pero los periodistas vieron la designación a través del circuito privado de TV de la Corte, en la planta baja del edificio. La designación de Hernán Salgadoa la presidencia estaba cantada.

Su colega Alí Lozada mocionó su nombre recordando su paso por la Corte de Derechos Humanos más importante del continente, su destacada trayectoria académica y profesional. Además, Salgado es el único con experiencia en un cargo de esta importancia.

Entre 1999 y 2003, él fue magistrado del entonces Tribunal Constitucional.

Su designación fue por unanimidad. Ocho de los nueve jueces votaron para que dirigiera las sesiones y manejara administrativamente la Corte Constitucional. En la elección de la Vicepresidenta también hubo consensos.

Ocho de los integrantes escogieron a Daniela Salazar, quien fue mocionada por su colega Ramiro Ávila. Ella se sentó a la izquierda de Salgado para seguir con la sesión y el siguiente punto fue permitir el ingreso de la prensa hasta el piso 10.

Miles de causas represadas

La primera prueba que deberá superar la Corte Constitucional es dar una respuesta a las demandas que aún no reciben una sentencia.

Esa fue una de las discusiones que tuvieron los jueces en su primera reunión. Según Hernán Salgado, se decidió que no habría preferencia en los casos que se analizarán y que se seguirá un orden cronológico. Sin embargo, esto dependerá de las características de cada procesos y de los tiempos legales contemplados para cada uno.

Salgado explicó que todos sus compañeros se comprometieron a sustentar su trabajo en cuatro pilares que termine con un pasado donde ese organismo constitucional se convirtió en otro eslabón dentro del poder político del gobierno pasado.

Por eso, el primer eje de trabajoserá devolver a la Corte Constitucional su independencia. “Los casos se resolverán juzgando con independencia, imparcialidad y prudencia”, recalcó Salgado.

Además, el Presidente de la Corte Constitucional fue enfático y sostuvo que defenderá la autonomía de la institución de cualquier presión y recordó que hizo lo mismo cuando el expresidente peruano Alberto Fujimori arremetió contra la Corte Interamericana de DD.HH.

El segundo pilar será una lucha sin tolerancia contra cualquier hecho de corrupción. Una de las propuestas que tienen los nuevos jueces es abrir un canal para que los ciudadanos denunciencualquier acto deshonesto relacionado con las actividades de la Corte Constitucional.

Los jueces también darán prioridad a la celeridad en los trámites de las causas. En la sesión se habló de 13.000 causas, pero esa cifra aumentará porque el corte para el conteo fue hecho en diciembre pasado y la recepción de demandas sigue.

El cuarto y último eje será emitir sentencias de calidad.

Según Salgado, sus providencias serán “claras, coherentes y correctamente argumentadas, que sirvan de base a un sistema de precedentes”.

En la actual Carta Magna, la Corte Constitucional es la última instancia judicial del país y sus decisiones generan derecho y también delinean los pronunciamientos de los jueces en sus resoluciones.

Finalmente, Salgado recalcó que la Corte “dialogará” permanentemente con la sociedady el resto de instituciones públicas. También enfatizó que rendirá cuentas permanentemente y fomentará una cultura constitucional en el país. Luego de ese anunció pidió dejar solos a los magistrados, que siguieron su reunión a puerta cerrada. (I)