La Casa Blanca afirma que EE.UU. «siempre se reserva el derecho» de navegar y sobrevolar el mar de China Meridional y tilda a Pekín de «muy agresivo»
La Casa Blanca no considera que EE.UU. esté violando la soberanía de China cuando lleva a cabo operaciones marítimas y aéreas en el mar de China Meridional, aseveró Robert O’Brien, asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump.
Hablando sobre la situación en esas aguas disputadas por cinco países, el funcionario aseveró este viernes en una entrevista con Atlantic Council que «EE.UU. siempre se reserva el derecho de tener libertad de navegación y libertad de aviación» en ellas. «Ciertamente rechazo cualquier afirmación china de que volar sobre el mar de China Meridional […] constituya algún tipo de incumplimiento de alguna norma o regla», enfatizó O’Brien.
Al mismo tiempo, caracterizó a China como «muy asertiva y muy agresiva» y aseveró que Pekín «intimida» a Taiwán y «trata de intimidar» a la India. Lo hace con el fin de «anexar una vasta franja del océano Pacífico occidental», opina el asesor de Trump, que tildó los ejercicios realizados esta semana por el Ejército Popular de Liberación chino de «provocativos».
- Las islas Paracelso están 230 kilómetros al sur de la parte continental de China, que controla ese archipiélago desde 1974. Sin embargo, Vietnam, Filipinas, Brunéi y Malasia también reclaman sus derechos sobre ese territorio, que podría albergar valiosos depósitos de petróleo y gas
- En julio, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, aseguró que el Pentágono desplegaría buques en sus aguas y nadie podría impedirlo, y a mediados de agosto entró en la zona el portaaviones USS Reagan.
- Una semana después, Pekín inició en este mismo mar unas maniobras navales, durante las cuales un avión de reconocimiento estadounidense penetró en la zona de exclusión aérea china. Desde el Gobierno chino tildaron esta acción de «provocación manifiesta» y afirmaron que «afectó de manera extremadamente negativa» a los ejercicios.
- Este jueves, China anunció haber expulsado un destructor estadounidense «de sus aguas territoriales» cerca de las islas Paracelso. Al día siguiente, desde Pekín instaron a Washington a abstenerse de realizar nuevas operaciones navales en el mar de la China Meridional, asegurando que las actividades de la Marina estadounidense en el área pueden resultar en un enfrentamiento armado no intencional