La acción de la Policía durante el paro fue destacada por el Gobierno

El coronel de la Policía Cristian Rueda recuerda con claridad las 10 horas que permaneció retenido por los manifestantes en la Casa de la Cultura, en uno de los días más críticos del paro.

En su relato existen las características de un secuestro, aunque la dirigencia de la Conaie lo niega con énfasis.

El 10 de octubre pasado, Rueda y siete de sus compañeros permanecieron incomunicados y fueron golpeados y vejados públicamente.

El acto no solo lo vieron las personas que se encontraban en el Ágora de la Casa de la Cultura sino también en tiempo real, a través de los canales de TV y de internet, la ciudadanía ecuatoriana.

Los datos del Ministerio de Gobierno revelan que el equipo policial sumó en la lista a 435 uniformados heridos o secuestrados durante la protesta.

Un grupo de ellos fue invitado la tarde de ayer por el presidente de la República, Lenín Moreno, a un almuerzo en el Palacio de Gobierno para reconocer su trabajo durante las manifestaciones.

“Es rescatable la actitud y valentía de nuestros hermanos policías, pero, por supuesto, también es muy destacable el agradecimiento de un pueblo que hoy más que nunca los quiere”, dijo el Primer Mandatario.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, también se sumó a esa felicitación. “Defendieron con valentía la democracia y la institucionalidad del Estado”, declaró.

La violencia de la última manifestación fue, por momentos, incontrolable.

Eso lo certifica la cabo de Policía Johanna Mina, quien cubría su cabeza con un pañuelo negro para disimular la herida que le dejó una pedrada que recibió durante su trabajo.

Ella también fue una de las uniformadas que fue retenida por los manifestantes.

A punto de llorar y con la voz quebrantada explicó que durante la retención la turba la despojó de sus equipos y fueron duramente atacados.

Estos ataques no frenarán el ímpetu de la cabo Mina.

Ella recupera su energía para ratificarlo: “aquí estamos para seguir velando por la seguridad de la ciudadanía y por nuestra institución”.

Luego de este encuentro, la ministra Romo acudió a la Asamblea, donde presentó una evaluación preliminar de la manifestaciones.

“Fue un ataque a las estructuras del Estado. Se vivieron 11 días de violencia donde hubo actores y hechos que apuntaban a la desestabilización”. (I)