La Guardia Costera y la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón planean operar conjuntamente varios vehículos aéreos no tripulados de fabricación estadounidense para monitorear las actividades de buques de guerra chinos y rusos en las aguas que rodean al archipiélago nipón.

Los guardacostas ya operan desde el pasado 19 de octubre uno de estos drones, un General Atomics MQ-9, pero falta la coordinación con la oficina militar para compartir datos en tiempo real, informó este lunes el periódico Yomiuri. Las entidades responsables han acordado disponer de las capacidades completas a partir de abril del próximo año.

Se espera que Tokio cuente con un total de tres drones de vigilancia marítima «lo antes posible». El primer MQ-9 disponible es operado a partir de la base aérea de Hachinohe, al norte de la isla Honshu, mientras que los dos nuevos aparatos se desplegarán en la región suroeste. El medio recuerda que esta modificación es capaz de pasar más de 24 horas en vuelo y, por lo tanto, circunnavegar la zona económica exclusiva de Japón más de una vez con un solo despegue.