Japón denuncia el paso de una flotilla naval china encabezada por un poderoso destructor de misiles guiados a 100 kilómetros de sus costas
El pasado domingo las Fuerzas de Autodefensa de Japón localizaron a una flotilla naval del Ejército Popular de Liberación de China, encabezada por el Nanchang, destructor de misiles guiados de la clase Renhai, a una distancia de 100 kilómetros de la isla japonesa de Tsushima (estrecho de Corea), informaron los militares nipones en su cuenta de Twitter.
Los efectivos japoneses encontraron al Nanchang, acompañado por un destructor de misiles guiados de la clase Luyan III y un barco de suministro, que navegaban rumbo noreste. «Las Fuerzas de Autodefensa continuarán haciendo todos los esfuerzos posibles para llevar a cabo actividades de alerta y vigilancia en el mar y el espacio aéreo alrededor de Japón», reza el comunicado.
Hasta el momento las autoridades chinas no han confirmado la presencia de sus buques en dicha zona.
Con un rendimiento y capacidades de combate sobresalientes, el destructor Nanchang tiene 10.000 toneladas y puede realizar misiones marítimas liderando a otros buques de guerra, dijo Wei Dongxu, experto militar, citado por Global Times. Al realizar ejercicios en el mar de Japón, los buques de guerra chinos afianzarán sus capacidades de combate en el mar lejano, dijo Wei.
Esta fue la segunda vez que este destructor ingresa al mar de Japón. La primera visita fue en marzo pasado, cuando el Nanchang tomó una ruta similar junto con el destructor de misiles guiados Tipo 052D Chengdu y la fragata de misiles guiados Tipo 054A Daqing: entraron en la zona el 18 de marzo y partieron 7 días después, al cumplir con sus ejercicios.
Pekín reclama la mayor parte del mar de la China Meridional, rico en recursos, lo que es fuente de tensión regional desde hace tiempo con otros países, como Vietnam, Malasia y Filipinas. Washington lleva a cabo frecuentes ejercicios militares y navegaciones de tránsito por esas aguas, en un intento de hacer frente a lo que considera una extralimitación y militarización china de la región, mientras que China acusa a EE.UU. de amenazas de uso de fuerza y provocaciones en la zona.