¿Intrigas en la familia real de Tailandia? Se filtran fotos «explícitas» de la concubina oficial del rey

En Tailandia se está desarrollando lo que parece ser una ‘lucha de poder’ dentro de la familia real. En su último giro, se filtraron decenas de imágenes explícitas de Sineenat Wongvajirapakdi, la mujer que fue nombrada por el rey Maha Vajiralongkorn como su concubina, alcanzando el título de Noble Consorte Real, aunque fue despojada de sus títulos y privilegios solo tres meses después de recibirlos.

El periodista Andrew MacGregor Marshall, que se especializa en política y cuestiones tailandesas, reveló en un hilo de Twitter que en agosto pasado recibió una tarjeta de memoria que contenía alrededor de 1.400 imágenes provenientes de varios iPhones privados de Sineenat. El experto decidió explicar cómo esta filtración se relaciona con la situación política tailandesa.

¿Una intriga palaciega?

Marshall detalló que decenas de estas fotos son «sexualmente explícitas» y afirmó que es posible fueran tomadas para enviárselas al monarca. Según contó, recibió las imágenes poco antes de que Sineenat fuera liberada de la prisión de mujeres de Bangkok en la que se hallaba encarcelada y viajara a Alemania para unirse al rey con todos sus títulos restituidos.

El periodista afirmó que las fotos le fueron entregadas por «hackers prodemocráticos» desconocidos, pero se mostró escéptico sobre la procedencia real del material. Según sospecha, la divulgación de las imágenes es resultado de una intriga palaciega: el regreso a la corte de Sineenat estaría de hecho «amargamente opuesto» por las facciones de la familia real cercanas a la reina Suthida y a la princesa Bajrakitiyabha.

A finales de agosto, en medio de rebeliones estudiantiles el país, el rey de Tailandia rehabilitó a Sineenat, liberándola de la prisión donde se encontraba recluida desde octubre de 2019 por cargos de traición. Tras sacarla del reino a bordo de un avión privado, la llevó hasta su ‘harén‘, compuesto de una veintena de concubinas, todas ellas alojadas en el cuarto y último piso del Grand Hotel Sonnenbichl de la turística localidad de Garmisch-Partenkirchen, en el sur de Alemania. No se han dado razones oficiales para este ‘perdón’ real.