La final de la Copa de Dinamarca que disputaron el AaB y el SonderjyskE (0-2) el pasado 1 de julio se interrumpió durante 15 minutos cuando el árbitro paró ese juego de fútbol porque varios aficionados no cumplían las reglas de distanciamiento social para prevenir la propagación del covid-19, comunicó la Policía local.

A la media hora del primer tiempo, el réferi interrumpió el partido debido a que los hinchas del AaB se agruparon e ignoraron las peticiones de los guardias de seguridad, la terna arbitral y el equipo técnico de su cuadro para permanecer en sus asientos.

El partido se reanudó cuando la Policía danesa expulsó del estadio a alrededor de 50 espectadores y terminó con victoria del SonderjyskE.

Las autoridades de Dinamarca permitieron disputar esa final con hasta 1.914 espectadores, cuando hasta esta semana los partidos de fútbol que se disputaban en ese país europeo se jugaban ante un máximo de 500 personas.

Asimismo, varios aficionados del AaB fueron detenidos antes del encuentro por provocar disturbios en las inmediaciones del estadio.

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