Instan a Ecuador y Colombia a hacer un simulacro conjunto por la actividad en un complejo volcánico: estos son los posibles escenarios

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) de Ecuador y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Pasto (OVSP) del Servicio Geológico Colombiano (SGC) instaron a las autoridades de los dos países suramericanos a contemplar la posibilidad de realizar «un simulacro binacional por erupción volcánica» en las poblaciones cercanas al Complejo Volcánico Chiles-Cerro Negro (CVCCN), ubicado en la frontera común.

La recomendación viene luego de que el pasado lunes se registrara un sismo de magnitud 5,6 (aunque previamente se informó que fue de 5,2) en la zona, con una importante cantidad de réplicas.

El IGEPN y el OVSP-SGC señalan en un reciente informe que desde 2013 empezó una serie de manifestaciones sísmicas en la zona aledaña al CVCCN —que se ubica en entre el departamento colombiano de Nariño y la provincia ecuatoriana de Carchi—, que desencadenaron una crisis con temblores, alcanzando su punto máximo el 20 de octubre de 2014 con la ocurrencia de un terremoto de magnitud 5,6 y el conteo de más de 8.000 sismos volcano-tectónicos por día. Desde entonces, se han venido registrando varios enjambres sísmicos en la zona.

INFORME VOLCÁNICO ESPECIAL VOLCÁN CHILES No. 2022-003INFORME VOLCÁNICO ESPECIAL CHILES-CERRO NEGRO 2022-003MARTES 26 DE JULIO DE 2022Se ha publicado en nuestro sitio web. Ver informe: https://t.co/ArWtPK9A7hpic.twitter.com/0YGeoURuJ5

— Instituto Geofísico (@IGecuador) July 26, 2022

Según las instituciones, desde el pasado 27 de mayo de 2022 se registra un nuevo incremento en la actividad sísmica de la zona del CVCCN y sus alrededores.

«Incluye la ocurrencia de sismos asociados con fallamiento frágil en la roca (sismos tipo volcano-tectónico) y con sismos relacionados con actividad de fluidos (sismos tipo largo-período). Estos últimos con profundidades más someras que las registradas en los años anteriores», detallan en el documento.

Añaden que la actividad «alcanzó un pico» en la mañana del lunes 25 de julio, cuando se registró el sismo de 5,6 y sus posteriores réplicas. Según el IGEPN, el epicentro tuvo lugar a unos 10 kilómetros al sur de Tufiño, en Carchi.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias del Ecuador, el sismo dejó ocho heridos, 18 casas destruidas y afectaciones a 379 viviendas, 27 bienes públicos, 33 unidades educativas y cinco unidades de salud. Los principales daños fueron en San Gabriel, Tulcán y El Ángel, todas en Carchi; y del lado colombiano, en Túquerres y Cumbal.

⚠️ Actualización | Con corte 23h09 del lunes 25 de julio, las afectaciones por el sismo 5.2 en #Carchi, son:➡️Viviendas afectadas: 332•Tulcán: 25•Montúfar: 132•Espejo: 163•San Pedro de Huaca: 12➡️Viviendas destruidas: 18📌 Más detalles aquí: https://t.co/BTp1Z9Ex6L

— Riesgos Ecuador (@Riesgos_Ec) July 26, 2022

En su informe, el IGEPN y el OVSP-SGC indican que desde el 27 de mayo hasta la fecha de cierre de este boletín, que fue publicado el martes, «se localizaron alrededor de 17.738 sismos» en la zona.

Además de la actividad sísmica, las instituciones han registrado «cambios físico-químicos en fuentes termales: emisiones gaseosas, altas temperaturas y cambios morfológicos (El Hondón) indicando una perturbación del sistema hidrotermal causada por la sismicidad y la interacción con el sistema magmático».

Eventos posibles

El IGEPN y el OVSP-SGC consideran tres posibles escenarios en la zona, aclarando que «pueden verse modificados en función de los cambios que se observen en los parámetros geofísicos y geoquímicos».

Primero, estiman que pueden continuar fluctuaciones en la actividad como ha venido ocurriendo desde 2013. En ese caso, es posible que se desencadenen incrementos en la sismicidad con eventos de mayor magnitud; aunque, posteriormente, se retornaría a niveles de actividad sísmica más baja.

Segundo, que haya un incremento de la actividad volcano-tectónica: mayor cantidad de sismos de tipo «largo período» (LP) u ocurrencia de tremores volcánicos con localizaciones más someras, mayor deformación e incremento de gases asociadas al sistema magmático, lo que conduciría a aumentos de temperatura en las fuentes termales, formación de grietas y posibles explosiones freáticas.

Y tercero, el IGEPN y el OVSP-SGC plantean que, si los parámetros mostraran una actividad más superficial, «podría progresar hacia un proceso eruptivo, el mismo que puede ser inicialmente de tipo freático, eventualmente evolucionando a actividad freato-magmática y en último término a una actividad magmática».

Las instituciones apuntaron que la ocurrencia de sismos de mayor magnitud puede generar inestabilidad en laderas y deslizamientos, así como daños estructurales en edificaciones.

Recomendaciones

Además de sugerir la realización de un simulacro conjunto, el IGEPN y el OVSP-SGC recomiendan a las autoridades tomar en consideración la información cartográfica correspondiente para definir las zonas seguras y las potencialmente peligrosas.

Asimismo, instan a mantenerse alejados de los acuíferos asociados a las fuentes termales del complejo volcánico, puesto que pueden ser perjudiciales para la salud; y piden revisar las edificaciones vulnerables ante la posibilidad de nuevos sismos de mayor magnitud.