La noticia de que Ecuador pedirá desde este lunes 26 de agosto de 2019, visa legalmente emitida para el ingreso al país, apresuró el viaje de Briceño Lugo, quien salió de la zona de Anzoátegui, al oriente de Venezuela, el miércoles pasado.

Este domingo 24 de agosto de 2019 logró cruzar el puente internacional de Rumichaca en la provincia de Carchi y accedió a un turno para registrar la llegada junto a su esposa y cuatro hijos de entre dos y 13 años de edad.

“Vamos para Pedernales en Manabí. Espero poder empezar otra vez; en Venezuela no tenemos futuro”, comentó con la voz entrecortada mientras sacaba de tres maletas, que llenó con las prendas indispensables, ropa más abrigada para sus niños que a pesar del intenso sol de las 07:00 en Tulcán, sentían frío.

Las oportunidades de empleo en Venezuela son inexistentes, por lo que el grupo familiar vendió un terreno y pidió dinero prestado para emprender su larga travesía hasta la costa ecuatoriana.

“Logramos recoger $ 700 para pasajes y comida; hasta el momento hemos gastado $ 250, pero el viaje es largo y aún no sé en qué voy a trabajar”, comentó Briceño.

Shirley Fernández, una madre soltera que dejó a sus tres hijos en Venezuela para lograr tramitar la visa humanitaria desde Ecuador, aspira a conseguir empleo y pagar los $ 50 que cuesta la solicitud.

“Nos vamos a quedar en Ecuador porque veo que hay más posibilidades; Colombia está colapsado. Pasaré por Guayaquil y luego iré a Villamil Playas pues escuché que allá hay oportunidades”, comentó.

Según Edin Moreno, gobernador de Carchi, desde el martes hasta el sábado pasado ingresaron más de 25.000 migrantes venezolanos.

El funcionario especificó que atenderán a los ciudadanos de ese país, que sin visa sellaron su salida de Colombia con fecha 25 de agosto y tienen la pulsera azul de migración ecuatoriana, así hayan pasado en las primeras horas del 26 de agosto.

Los 18 puestos de control migratorio habilitados en Tulcán por el Ministerio del Interior registraron incrementos de hasta el 200% de ciudadanos provenientes de Venezuela que solo presentaban su pasaporte o carta andina para indicar su salida de Colombia y así entrar al país.

El promedio de personas que ingresaban por el puente Rumichaca hace dos semanas era de 1.000 a 1.500 diarias.

Pero en los últimos siete días se incrementó hasta 4.017 personas por día y desde este último viernes se presentaron alrededor de 7.000 venezolanos.

Moreno manifestó que se detectaron “26 puntos irregulares de ingreso”; por tal motivo se reforzó el resguardo policial.

El coronel Gary Arellano, jefe de la unidad de contingencia fronteriza, dijo que la policía rediseñó la presencia del personal. “Estaban destinados 80 efectivos pero vamos a redoblar el contingente humano para garantizar el orden público y el cumplimiento de la nueva disposición de las autoridades migratorias”, señaló.

La cónsul de Ecuador en Ipiales, Marisol Peñafiel, dijo que los extranjeros están conscientes de que la medida es para una migración ordenada que garantice la seguridad de quienes están en movilidad humana y del territorio que recepta ciudadanos extranjeros.

Reencuentro de la familia Díaz. La última en integrarse es una adulta mayor que tuvo que ser hospitalizada en Colombia por un quebranto en su salud. (Foto: Emilia Sánchez / ET).

No obstante, el panorama cambia cuando llegan a las ciudades de destino.

En el camino son engañados por ciudadanos que les ofrecen ayuda y terminan robando sus pertenencias por lo que se quedan solo con la ropa que cargan puesta.

Por eso muchas veces les toca pedir dinero y comida en las calles para conseguir sábanas, mantas, medicinas, una noche en un hotel o en el peor de los casos para comer.

Esta variable preocupa al director de Terminales Terrestres de Guayaquil, Klider Campos, quien identifica los problemas que se desencadenan en las áreas de lo laboral y seguridad y social.

“Cuando estás en la calle, sin un sitio para dormir, sin tener qué comer, eres propenso a caer en las garras de las drogas y cuando estás ahí, estás mucho más cerca de cometer un delito que cuando no estás en el vicio”, señaló Campos.

El coordinador del proyecto Un Techo Para el Camino de la Fundación Hogar de Cristo, Ronald Borges, señala que los extranjeros que han perdido sus documentos sufren más y que quienes pueden conseguir dinero lo usan para sobrevivir y ahorrar para enviarlo a su país.

Marlys Ramírez cuida las almohadas y colchas de su familia mientras no pierde de vista el andén del bus en el que viajó, en donde perdieron su equipaje (Foto: José Morán / ET)

“Además están más expuestos a peligros como trata de personas, prostitución, narcotráfico”, dijo Borges.

La Cruz Roja Ecuatoriana publicó que hasta julio de 2019 ayudó a 138.039 personas para unificar familias en el país y dio 37.957 atenciones psicológicas entre adultos, adultos mayores y niños.

El vicecanciller Andrés Terán señaló a este Diario que se llevará a cabo, con la cooperación del Banco Mundial, la Organización Internacional de las Migraciones y Acnur, un censo migratorio que costará $ 4 millones.

“Queremos que empiece lo antes posible; aún no tenemos fecha, pero este será un instrumento que ayudará a diseñar políticas públicas y dar seguridad a las comunidades que vienen y a los ecuatorianos”, aseguró.

La Cancillería ecuatoriana aclaró que el proceso de amnistía y de regularización para ciudadanos venezolanos está dirigido a quienes ingresaron de manera regular a través de puestos de control fronterizos del Ecuador hasta el 26 de julio de 2019.

Este proceso iniciará en octubre y los que hayan entrado al país entre el 26 de julio y el 25 de agosto no se beneficiarán de la amnistía ni de la visa de excepción por razones humanitarias.

Un tema distinto es la exigencia del requisito de visa para nuevos ingresos, la cual será obligatoria desde hoy en adelante. (I)