Impiden dar clase a un maestro de escuela con los ojos tatuados porque asusta a los niños

Sylvain Hélaine, un francés de 35 años considerado como el hombre más tatuado del país, ha sabido combinar durante 12 años su amor por el arte corporal con la profesión de maestro de escuela. Sin embargo, un jardín de infancia le ha impedido dar clase a niños pequeños, después de que un padre se quejara de que Hélaine asusta a su hijo.

Hélaine, alias ‘Freeky Hoody’, está tatuado de la cabeza a los pies, e incluso lleva tinta en el blanco de los ojos, la lengua, las encías y el paladar. Según declaró a Ruptly, dedica a sus tatuajes todo su dinero y energía, y cuenta «los días entre las sesiones» para adornar su cuerpo con un nuevo dibujo corporal. «Cuando termine la segunda capa, haré una tercera capa, una cuarta capa, una quinta capa y, probablemente, terminaré completamente negro a los 80 años«, asegura.

Hélaine daba clases a alumnos preescolares y de primaria en una escuela de Palaiseau, un suburbio al sur de París, cuando los padres de un niño se quejaron al centro porque su hijo tenía pesadillas después de verlo, pese a que no estaba en la clase de Hélaine.

El hombre aún trabaja como maestro de escuela, pero ahora solo puede dar clase a alumnos mayores de seis años. La decisión de las autoridades le parece «injusta» y «muy triste», pues considera que detrás de una reacción así está «el miedo al extraño». Según Hélaine, nunca ha tenido problemas con los padres de los alumnos que están en su clase, mientras que aquellos que presentaron la queja en su contra ni siquiera fueron a hablar con él.

«En lugar de escribir cartas pasándolas por la jerarquía, tal vez hubiera sido mejor venir a hablar conmigo y ver que soy un humano normal. Hubiera preferido ser juzgado por mi trabajo en lugar de por mi apariencia«, expresó Hélaine, cuya historia ha generado un debate en todo el país.

Según sus palabras, los medios de comunicación le convirtieron en una especie de «símbolo de la tolerancia». En este sentido, se siente bien sabiendo que su presencia puede ser útil para otros aficionados al tatuaje o para cualquier persona que sea objeto de alguna forma de discriminación. «Me da un gran placer ayudar a esta gente», sostiene Hélaine.

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!