«Idiotas útiles»: Académicos británicos son señalados por cuestionar la información de los medios occidentales respecto a la situación en Ucrania
Un profesor de la Universidad de Edimburgo ha sido criticado en redes sociales y medios de comunicación por compartir un artículo que sugiere que el ataque contra el Teatro Dramático en la ciudad ucraniana de Mariúpol, del pasado miércoles, pudo ser orquestado por nacionalistas ucranianos.
Tim Hayward, profesor de teoría política del medio ambiente, compartió el domingo pasado un enlace a un artículo publicado en Grayzone, en el que se cuestiona si el ataque fue escenificado. En este se citan a varios testigos de Mariúpol que afirman que los combatientes ucranianos del batallón Azov detonaron partes del teatro mientras se retiraban, ante la llegada de las tropas rusas.
Tras el ataque, las autoridades ucranianas y varios medios de comunicación occidentales acusaron a Rusia de bombardear el edificio. Sin embargo, según el artículo, el ataque al teatro pudo ser llevado a cabo por los ucranianos para instigar la indignación pública y provocar la intervención militar directa de Occidente.
A día de hoy, no existe ningún video que muestre el bombardeo del teatro y Rusia niega haber atacado el edificio. Además, los informes contradictorios sobre las armas supuestamente utilizadas y las víctimas civiles o la ausencia de ellas no hacen sino oscurecer aún más el panorama, reza el citado artículo.
«Idiotas útiles»
De igual forma, otros académicos del Reino Unido se han visto envueltos en polémicas por compartir en sus redes sociales una postura crítica respecto a los acontecimientos en Ucrania. Ray Bush, profesor emérito de Estudios Africanos y Políticas de Desarrollo de la Universidad de Leeds, tuiteó a sus 900 seguidores el 10 de marzo: «Estados Unidos dice que el comentario de Rusia de que Washington tiene instalaciones de guerra química en Ucrania es una mentira – ¿A quién creeríamos al respecto? Siria, Irak, etc. Imperialismo».
La subsecretaria de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, declaró a principios de marzo que «Ucrania tiene instalaciones de estudios biológicos y EE.UU. trabaja para prevenir que las fuerzas rusas obtengan ese material», sin embargo, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, negó que Washington tenga control sobre cualquier instalación de esa índole en territorio ucraniano.
Los educadores también han sido señalados por el Gobierno británico. El presidente de la Comisión de Educación de los Comunes, Robert Halfon, indicó este lunes que una investigación había sacado a la luz «la propaganda proputinista» en algunas de las principales universidades.
«En Leeds, el profesor Ray Bush, que sigue figurando públicamente en su página web a pesar de haberse jubilado, sugirió que Estados Unidos tenía instalaciones químicas en Ucrania. En Edimburgo, el profesor Tim Hayward retuiteó a un representante ruso ante la ONU calificando de ‘fake news’ el ataque al hospital de Mariúpol. En Leicester, Tom McCormack habla de ‘desinformación ridícula’ en ambos lados y se jacta de aparecer en Russia Today», alegó Halfon, y pidió que se contactara directamente a esas universidades para que los académicos dejen de actuar como «idiotas útiles de las atrocidades del presidente Putin».
El secretario de Educación británico, Nadhim Zahawi, respondió que el ministro de Educación Superior y Complementaria ya se ha puesto manos a la obra y está contactando con dichas universidades. «Putin y sus camaradas son una influencia maligna para cualquiera en este país que compre su falsa narrativa. Repito: es una narrativa falsa y peligrosa y la combatiremos duramente», indicó.
Restricciones a los medios rusos
Respecto a la cobertura mediática de la situación en Ucrania, el inicio de la operación especial de Rusia ha marcado el punto de partida de crecientes presiones dirigidas contra varios medios de comunicación rusos, incluido el canal RT.
El pasado 27 de febrero, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tachó a medios rusos como RT y la agencia Sputnik de «maquinaría mediática del Kremlin» que presenta «información dañina» para «sembrar división» en Occidente. La alta diplomática planteó también la idea de bloquear los canales en los Estados miembros del bloque, si bien no detalló si la medida afectará únicamente a las transmisiones de televisión.
Igualmente, el regulador británico de telecomunicaciones Ofcom anunció el pasado viernes la revocación con efecto inmediato de la licencia de RT para transmitir en la televisión del Reino Unido. La decisión se tomó en medio de 29 investigaciones en curso sobre la imparcialidad de la cobertura de noticias y los acontecimientos en Ucrania por parte de la cadena rusa.