Huawei Watch GT 3, análisis: toda la esencia de los Watch GT
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Huawei Watch GT 3, análisis: toda la esencia de los Watch GT de Huawei, ahora con HarmonyOS bajo el capó
Una de las familias de relojes inteligentes más populares es la Huawei Watch GT. Desde sus inicios, estos relojes han sido todo un ejemplo en materia de diseño y autonomía y, con la llegada de HarmonyOS, han subido de nivel en lo que a funciones se refiere. El primero en estrenar este nuevo sistema operativo en nuestras fronteras fue el Huawei Watch 3 y ahora le llega el turno al Huawei Watch GT 3.
Y es que la compañía se ha traído a nuestro país su nuevo reloj inteligente, un dispositivo que cuenta con HarmonyOS 2.1 y una serie de mejoras en los sensores y la batería. Es, por lo tanto, una suerte de versión del modelo anterior (ojo, no una revisión) y, como tal, tiene sus puntos fuertes y sus puntos flacos. En Xataka ya hemos tenido ocasión de probarlo y esta ha sido nuestra experiencia.
Ficha técnica del Huawei Watch GT 3
DIMENSIONES Y PESO
- 45,9 x 45,9 x 11 mm
- 42,6 gramos sin correa
PANTALLA
- AMOLED de 1,43 pulgadas
- Resolución 466 x 466 píxeles
- 326 ppp
PROCESADOR
- ARM Cortex – M
MEMORIA RAM
- 32 MB
ALMACENAMIENTO INTERNO
- 4 GB
BATERÍA
- 455 mAh
- Carga inalámbrica
SISTEMA OPERATIVO
- HarmonyOS 2.1
CONECTIVIDAD
- Bluetooth 5.2
COMPATIBILIDAD
- HarmonyOS 2 o superior
- Android 6.0 o superior
- iOS 9 o superior
RESISTENCIA AL AGUA
- 5 ATM
BOTONES
- Sí, dos
SENSORES
- Acelerómetro
- Giroscopio
- Geomagnético
- PPG TruSeen 5.0+
- Presión de aire
- Temperatura
EXTRAS
- GPS doble banda
- GPS, GLONASS, Galilleo, Beiduou, QZSS
- Asistente virtual Celia
- Altavoz
- Micrófono
- Corona digital
PRECIO
- 249 euros
Diseño: premium y enorme
Comenzamos, como siempre, hablando del diseño. El Huawei Watch GT 3 está disponible en dos tamaños, uno de 42 milímetros y otro de 46 milímetros. El modelo que hemos analizado nosotros es el de 46 milímetros, que es el más grande. Es importante destacarlo, ya que es posible que una caja tan grande no quede bien en una muñeca pequeña.
El reloj tiene la apariencia de un reloj clásico de toda la vida. La esfera frontal está hecha de acero inoxidable, mientras que la parte trasera está hecha de fibra de polímero. La superficie de la carcasa trasera tiene revestimientos cerámicos, algo pensado para mejorar la durabilidad en situaciones de alta temperatura y humedad. Es, en definitiva, un reloj premium y se siente como tal.
Esto es algo a lo que Huawei nos tiene acostumbrados y si bien es cierto que el Huawei Watch 3 nos gustó mucho, el Huawei Watch GT 3 tiene esa aura de reloj analógico que le da un puntito interesante. El primero es más urbano y moderno, mientras que el que hoy nos ocupa es más convencional. De hecho, a simple vista es relativamente complicado diferenciarlo del Huawei Watch GT 2.
En la zona derecha tenemos una configuración similar a la del Huawei Watch 3, es decir, un botón inferior que, por defecto, lanza el registro de los deportes pero que se puede remapear (y no clickea nada, lo que es un gustazo) y una corona superior. La corona es sensacional. No solo es un botón, sino que sirve para movernos por los menús mientras el reloj nos devuelve feedback en forma de una agradable vibración. Junto a la del Apple Watch, es de las mejores coronas que hemos probado en un smartwatch.
En este lateral también nos encontramos el altavoz, que como veremos más adelante nos servirá para responder llamadas y escuchar música. En la zona izquierda, por su parte, no tenemos nada salvo el micrófono. Es un diseño muy minimalista, muy bonito y muy sencillo. La esencia de los Huawei Watch GT está más presente que nunca en este modelo y es algo que se agradece. Es un reloj bonito y funcional, sin florituras.
En la parte inferior tenemos la base de carga y la sensórica relacionada con la salud. Hablamos del módulo PPG Huawei TruSeen 5.0+, que integra el sensor de ritmo cardíaco y el pulsioxímetro y que ha mejorado sensiblemente con respecto a la generación anterior tanto en inteligencia como en fotodetectores (hay ocho en lugar de cuatro).
La trasera está ligeramente curvada (con un acabado 2.5D) para adaptarse mejor al hueso de la muñeca, favorecer la transpiración y mejorar la calidad de la señal de la frecuencia cardíaca. Al menos eso es lo que hace sobre el papel, pero la realidad es que no se nota diferencia con respecto al resto de relojes de Huawei. Es cómodo, pero también lo eran los relojes anteriores. También está recubierta por una película Fresnel cuyo objetivo es mejorar la cantidad de luz que penetra en la piel.
En lo que a la correa se refiere, nuestro modelo de análisis tiene una correa de piel que es sensacional. Las correas de silicona y caucho están muy bien (mención especial a la del Huawei Watch GT 2 Pro), pero nada como la piel marrón que encontramos en este modelo. Es una correa cómoda, agradable, premium y, en pocas palabras, una correa propia de la gama más alta. También se puede conseguir en fluoroelastómero negro y acero inoxidable.
Es una correa de 22 milímetros con cierre estándar, por lo que, si no nos gusta o, simplemente, queremos aprovechar alguna correa que tengamos por casa, podremos hacerlo sin problema. Quitarla es muy fácil. El cierre, por su parte, es de hebilla convencional y resistente, así que no hemos tenido problemas de ningún tipo con él.
En resumidas cuentas, podemos concluir que el Huawei Watch GT 3 es un reloj cómodo, agradable de usar, grande (al menos el modelo de 46 milímetros) y al que es complicado sacarle pegas, al menos en lo que a diseño se refiere. Si de algo sabe Huawei es de hacer relojes inteligentes elegantes y el Huawei Watch GT 3 no decepciona.
Pantalla: de lo mejor que hemos visto
Y ahora que ya lo conocemos por fuera, vamos a ver qué nos ofrece el Huawei Watch GT 3 en términos de pantalla. Algo que ha caracterizado a estos relojes desde siempre ha sido no solo su tamaño, sino su resolución y nitidez. De nuevo, el reloj de Huawei deja el listón muy alto con una pantalla AMOLED que nos ha encantado.
Empecemos por el principio. Al tener dos modelos, 46 y 42 milímetros, el tamaño y resolución de la pantalla cambiará. Ateniendo al que hemos tenido ocasión de analizar, el de 46 milímetros, tenemos una pantalla AMOLED de 1,43 pulgadas con resolución 466 x 466 píxeles, lo que se traduce en 326 píxeles por pulgada. Su hermano pequeño, sin embargo, se queda en 1,32 pulgadas y 352 ppp.
¿Eso en qué se traduce? En una visibilidad realmente buena. A una distancia prudencial es prácticamente imposible ver un solo píxel. A eso hemos de sumarle una reproducción de los colores sensacional y que la interfaz está perfectamente adaptada al factor forma. ¿Se podrían haber reducido un poquito los bordes? Sin duda, pero al menos Huawei ha tenido a bien grabar un minutero en ellos para dar, de nuevo, ese aroma a reloj analógico.
La visibilidad de la pantalla es muy buena a plena luz del día. El brillo máximo es lo suficientemente alto para que, incluso cuando la luz le da de lleno, podamos ver la hora sin problema. El reloj tiene brillo automático y funciona de maravilla, algo que se agradece mucho al pasar de interiores a exteriores, ya que evita tener que estar configurando el brillo todo el rato. Y puede parecer algo nimio, pero no todos los relojes lo tienen.
La pantalla responde bien a nuestros gestos y el desplazamiento entre menús es fluido. Me atrevería a decir que a la misma altura que el Huawei Watch 3. Para encenderla, podemos hacer el gesto de mirar la hora o pulsar el botón y para apagarla basta con poner la mano sobre la pantalla. Como recomendación personal, activad el modo “No molestar” cuando lo llevéis puesto para dormir, porque no es agradable que la pantalla se encienda sola y nos despierte.
Una de las funciones que hemos perdido en este modelo es la posibilidad de aceptar una llamada abriendo o cerrando la mano. Es algo que teníamos en el Huawei Watch 3 y que desaparece en este modelo. No es una pérdida excesivamente importante, pero ahí está.
En cuanto a la personalización, las opciones son cuantiosas. Podemos llevar unas cuantas esferas instaladas en el reloj, pero desde la app Huawei Salud podemos acceder a un catálogo enorme, tanto gratuitas como de pago. Hay para todos los gustos y colores, así que a elección del consumidor. Algunas de ellas son animadas y la mayoría interactivas. También hay algunas carátulas que nos permiten modificar las complicaciones (los widgets con información) como es posible hacerlo en el Apple Watch, por ejemplo.
A modo de resumen, podemos decir que la pantalla del Huawei Watch GT 3 es una delicia. Responde bien, es grande, se ve de escándalo y se queda a la altura de un reloj de gama alta hecho y derecho.
Rendimiento: HarmonyOS vuelve a escena (y a tener margen de mejora)
A estas alturas HarmonyOS no podemos decir que sea algo nuevo. Hemos visto varios productos con este sistema operativo, como una tablet e incluso el mismísimo Huawei Watch 3. Como no podría ser de otra forma, el Huawei Watch GT 3 tiene HarmonyOS corriendo por sus venas, así que sus opciones no son, ni de lejos, las mismas que los anteriores Watch GT. Pero antes de nada, compatibilidad.
El Huawei Watch GT 3, como el Huawei Watch 3, es compatible con iOS y Android. Para enlazarlo al reloj tendremos que usar Huawei Salud, que está disponible en App Store, Google Play y AppGallery. En el caso de enlazarlo a un móvil Android, recomiendo usar la versión de AppGallery. Por otro lado, conviene destacar que Huawei Salud no es la misma aplicación que la que usamos para los auriculares u otros dispositivos IoT, AI Life. Son dos aplicaciones diferentes y la que tenemos que usar es la primera.
En el interior del dispositivo encontramos un procesador ARM Cortex-M sin especificar que se encarga de mover HarmonyOS. Se acompaña por 32 MB de memoria RAM y 4 GB de almacenamiento interno. No es mucho, sobre todo si comparamos la cifra con la del Huawei Watch 3, que era de 16 GB de almacenamiento y 2 GB de memoria RAM.
La interfaz de HarmonyOS es similar a la que encontramos en LiteOS, el anterior sistema operativo de Huawei que encontramos en relojes como el Huawei Watch GT 2. Si ya tenéis un reloj de la marca, seguramente os sintáis como en casa. Si no, no tardaréis en descubrir que la interfaz es muy intuitiva.
Deslizando hacia la derecha accederemos a los widgets, como el tiempo, la música o Celia (de la que hablaremos -poco- más adelante) y deslizando hacia la izquierda veremos las diferentes pantallas con accesos directos a la frecuencia cardíaca, la actividad diaria, el sueño, etc. Deslizando hacia arriba abriremos las notificaciones y deslizando hacia abajo el panel de ajustes rápidos.
Pulsando sobre la corona abriremos el cajón de aplicaciones. Por defecto, las apps están dispuestas en una cuadrícula al más puro estilo Apple Watch. Si movemos la corona haremos zoom in o zoom out y pulsando sobre los iconos abriremos las apps en cuestión. El catálogo de apps es suficiente para explotar al máximo el reloj, pero tener HarmonyOS bajo el capó tiene una ventaja: se pueden instalar aplicaciones de terceros.
Gracias a HarmonyOS, los relojes de Huawei pueden acceder a las apps alojadas en AppGallery. El problema es que, a diferencia de lo que sucede en el Huawei Watch 3, AppGallery no está instalada en el reloj. Tenemos que recurrir a la app para móviles para descargar las aplicaciones y, posteriormente, enviarlas al reloj. Un pequeño hándicap que bien podría solucionarse mediante una actualización de software.
El problema es que el número de aplicaciones compatibles es muy escaso. No todas las que hay son útiles y se echan en falta algunas apps importantes, como Spotify. Hemos contado 28 aplicaciones en total, una cifra demasiado baja y entre las que solo destaca Petal Maps, la app de mapas de Huawei. En ese sentido, AppGallery tiene margen de mejora.
Otro elemento que hemos perdido en este reloj es la compatibilidad con eSIM. De esa forma, no podremos usar el reloj con independencia del móvil para hacer y recibir llamadas, por ejemplo. Es más, la app de teléfono no sirve para hacer llamadas Bluetooth, sino que simplemente es un registro de las llamadas recientes. También perdemos la opción de hacer streaming de música desde Huawei Music, que era uno de los grandes puntazos del Huawei Watch 3. Tampoco tenemos NFC (algo que tiene sentido, en tanto que Huawei Pay no está disponible en España).
En lo que al rendimiento del reloj se refiere, el dispositivo se comporta muy bien. Las aplicaciones se abren rápido, la navegación es fluida y la experiencia general con él ha sido muy positiva. Es curioso, porque objetivamente hablando es menos potente que el Huawei Watch 3, pero se mueve igual de fluido. Es, en pocas palabras, una gozada usarlo.
El reloj nos permite recibir las notificaciones de las apps que queramos, pero no responderlas. Por ejemplo, si recibimos un mensaje en WhatsApp podremos leer el contenido del mismo, pero no responder al mensaje, ni siquiera con respuestas rápidas predeterminadas. Una pena, desde luego.
También podemos recibir las llamadas del móvil en el reloj, e incluso aceptarlas y hacerlas a través de él. El micrófono es bastante bueno y el altavoz se comporta. Nosotros hemos hecho varias llamadas desde el reloj y no hemos tenido problema alguno. Es un añadido interesante y se agradece que esté ahí.
Luego tenemos a Celia, el asistente virtual de Huawei. En el Huawei Watch 3 el asistente funcionaba perfectamente (dentro sus obvias limitaciones en cuanto a integración con la domótica), pero en el Huawei Watch GT 3 no. Si queremos hacer uso del asistente necesitaremos un móvil Huawei con EMUI 10.1 o superior, algo que yo, personalmente, no he tenido durante este análisis. Dicho de otra forma, sin móvil Huawei no hay asistente virtual que valga.
Pasamos así a hablar de la monitorización de la salud. El Huawei Watch GT 3 incorpora el módulo PPG Huawei TruSeen 5.0+, que tiene ocho fotodiodos en lugar de cuatro y unos algoritmos mejorados que, sobre el papel, deberían mejorar la lectura de nuestras métricas.
En lo que a la frecuencia cardíaca se refiere, el reloj la mide cada cinco minutos durante todo el día. Nos parece que lo hace con bastante precisión, pero en cualquier caso conviene destacar que ni este reloj ni ningún otro es un dispositivo médico, por lo que los datos han de cogerse con pinzas y tomarlos como lo que son: datos orientativos.
El reloj también mide en tiempo real el nivel de oxígeno en sangre. Esto puede ser útil si lo combinamos con el altímetro, sobre todo si nos gustan los deportes de montaña. No obstante, las pruebas de oxígeno en sangre requieren que estemos lo más quietos posibles durante las mismas, por lo que es probable que las cifras obtenidas por el reloj mientras andamos, por ejemplo, no sean del todo fiables. De nuevo, un dato que hay que coger con pinzas.
Otro aspecto que el Huawei Watch 3 monitoriza es el sueño. El reloj lo mide con bastante precisión y, ciñéndonos a nuestro estado anímico al día siguiente, podemos concluir que es preciso. El informe generado en la app nos permite ver las fases, las veces que nos hemos despertado, la calidad de la respiración y más información.
En cuarto lugar, el dispositivo mide el estrés de una forma un tanto imprecisa. Las cifras ofrecidas por el reloj no casan en absoluto con nuestro estado anímico durante el día y, de hecho, dudo que haya tenido 67 puntos de estrés (más es peor) a las 2:57 de la mañana, mientras dormía, o el domingo por la tarde mientras comía arroz con la familia. No me parece una métrica fiable.
Por otro lado, el Huawei Watch GT 3 mide nuestra temperatura corporal. Lo hace con una frecuencia de una hora y la cifra nos ayuda a ver si, por ejemplo, estamos pasando frío por la noche o si tenemos una temperatura más elevada de la cuenta. Puede ser útil en según qué contexto, pero no es una métrica indispensable en el día a día ni mucho menos.
Finalmente, Huawei se ha sacado de la manga los desafíos de salud. Diciéndole qué queremos mejorar, la app nos genera un desafío personalizado que consiste en, por ejemplo, beber X cantidad de agua, dar X pasos, sonreír, respirar o descansar X cantidad de horas. Nuestro progreso se mide con el crecimiento de las hojas de un trébol. Es una forma de gamificar el bienestar, pero desgraciadamente no va mucho más allá.
En definitiva, el Huawei Watch GT 3 es una versión recortada del Huawei Watch 3. Tiene menos funciones y más dependencia del móvil para todo. Sin embargo, tal y como veremos más adelante, esta falta de funciones se ve compensada con una mejora sustancial en la autonomía.
Hacer deporte con el Huawei Watch GT 3
¿Qué es un reloj inteligente si no nos lo podemos llevar con nosotros cuando hacemos deporte? El Huawei Watch GT 3 tiene una buena cantidad de modos deportivos, incluidos los populares, como correr, nadar o hacer senderismo, pero también esquí o triatlón. Lo que no tiene es pádel, que es mi cruzada personal en el mundo de los wearables.
Cuando iniciamos un ejercicio podemos ver las métricas propias del mismo, además de controlar la reproducción de música. En ese sentido, podemos escuchar la música o los podcasts que hayamos importado a la memoria del reloj (ideal si le conectamos unos auriculares Bluetooth) o la que esté sonando en el móvil. Recordemos que no podemos hacer streaming de música en este modelo.
El reloj es resistente al agua hasta 5 ATM (50 metros), pero yo, personalmente, no recomiendo que lo usemos con la correa de cuero. Si vamos a usarlo para nadar, mejor quitarle la correa de piel y ponerle una de silicona para que no se deteriore. Cuando terminemos de hacer ejercicio bajo el agua, podemos drenar el agua desde el propio reloj, que se pondrá a emitir sonidos por el altavoz.
Otro aspecto que conviene destacar es que el Huawei Watch GT 3 tiene chip GPS integrado, lo cual hace extremadamente absurdo que para mostrar el tiempo de nuestra ubicación tengamos que darle acceso permanente al GPS a la app Huawei Salud.
Dicho esto, el chip GNSS del reloj tiene doble banda (L1 y L5) y es compatible con cinco sistemas (GPS, Beidou, GLONASS, Galileo y QZSS). Nos fija bastante más rápido que los modelos anteriores y su precisión, sin ser la mejor, es realmente buena. Algo interesante la función ruta inversa, que guarda la trayectoria que hemos seguido para que, si nos perdemos, podamos volver sobre nuestros pasos.
Batería: la tranquilidad de llegar a la semana
Cuando analizamos el Huawei Watch 3 este apartado nos dejó con un sabor de boca un tanto amargo. Los Huawei Watch GT siempre habían sido sinónimo de buena autonomía y la llegada de HarmonyOS al Huawei Watch 3 no sentó bien en estos términos. El reloj de Huawei nos ofrecía hasta dos días de autonomía, una cifra demasiado baja para lo que estábamos acostumbrados.
Con el Huawei Watch GT 3, la empresa ha tomado cartas en el asunto. El dispositivo monta una batería de 455 mAh, que es casi la misma cifra que el Huawei Watch 3, pero su autonomía se ha disparado hasta la semana como mínimo. Durante nuestras pruebas, lo hemos usado conectado en todo momento al móvil y con la monitorización en tiempo real y ha llegado a la semana sin problema.
Con un uso más básico, no me cabe duda de que sería posible llegar a las dos semanas sin dificultad. No obstante, lo cierto es que la autonomía final dependerá de cuánto usemos el reloj, de cuántas notificaciones recibamos, de si lo usamos para llamar, de si usamos mucho o no el GPS, etc. Sea como fuere, a la semana se llega sin problema.
En cuanto a la carga, se lleva a cabo a través de una base de carga inalámbrica incluida en la caja. Se completa en alrededor de una hora y media, que no está mal si tenemos en cuenta la autonomía final. En resumidas cuentas, y en lo que a batería se refiere, el Huawei Watch GT 3 es lo que debería haber sido el Huawei Watch 3.
Huawei Watch GT 3, la opinión de Xataka
Tras haber probado el Huawei Watch GT 3, podemos concluir que es un reloj a tener bastante en cuenta. Es bonito, funciona bien y ha mejorado uno de los aspectos en los que el Huawei Watch 3 pecaba, que es la autonomía. Es, en pocas palabras, un reloj solvente que probablemente sirva a la inmensa mayoría de usuarios que busquen un buen diseño y ciertas funciones inteligentes.
Sin embargo, sigue teniendo los mismos problemas que otros tantos smartwatches de la compañía: carece de un ecosistema completo de aplicaciones de terceros, por ahora; no se integra con la domótica del hogar, no tiene sistema de pagos móviles y no permite responder notificaciones. Como reloj de Huawei, es el mejor. Como smartwatch en general, sigue teniendo margen de mejora.
La cosa, por lo tanto, queda de la siguiente forma: como alternativa premium barata es la mejor junto al Amazfit GTR 3 Pro, que también está muy bien. Como smartwatch más completo del mercado, se sigue quedando por detrás del Apple Watch, del Samsung Galaxy Watch4 y de otros tantos smartwatches con WearOS.