La Fiscalía Federal de Bélgica informó este domingo del hallazgo de un cuerpo en una zona boscosa al norte del país y confirmó que «los primeros elementos de la investigación» apuntan a que es Jürgen Connings, el militar ultraderechista armado que había amenazado con acciones violentas al Gobierno, el propio Ejército y a un virólogo del país.

En un comunicado, la Fiscalía señala que el cuerpo se encontró en los bosques en torno a la comuna de Dilsen-Stockem, fronteriza con Países Bajos; y considera que la causa probable de la muerte es suicidio por arma de fuego, aunque precisaron que aun deben determinarla los análisis forenses.

Las autoridades no prevén aportar más datos oficiales por el momento, al menos hasta esta noche, y pidieron respeto a la intimidad de la familia.

Según el medio regional flamenco Het Belang van Limburg, fue el alcalde de un municipio vecino, Johan Tollenaere, quien notó un olor fuerte mientras andaba en bicicleta de montaña en el bosque de Dilserbos. Tras notar lo sucedido, alertó a la policía con sus coordenadas.

AMENAZA DEL MILITAR A POLÍTICOS Y A UN VIRÓLOGO

Las fuerzas de seguridad belgas llevaban desde el 17 de mayo buscando a Connings, quien amenazó a políticos y a un virólogo.

Jürgen era un militar de 46 años de extrema derecha fuertemente armado, que se encontraba ya en una lista de los servicios de seguridad de 30 de militares de ultraderecha considerados potenciales amenazas terroristas.

El pasado 17 de mayo, el militar salió armado con un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas y no regresó a su casa. Lo que activó las alarmas y desencadenó la búsqueda.

Al día siguiente se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural Hoge Kempen. Además, registraron el entorno del militar, a quien las autoridades consideran una amenaza grave para la seguridad a la luz de las pruebas recabadas.

Connings había amenazado a diversas personalidades políticas. Pero también al virólogo Marc Van Ranst, que se hizo conocido en Bélgica por su perfil público durante la gestión de la pandemia de coronavirus. El médico tuvo que ser puesto bajo vigilancia con su familia tras la desaparición del militar.

EFE