Hallan en Rusia microbios que viven en condiciones extremas en vetas carboníferas ardientes
Varios grupos de microorganismos fueron detectados en el lugar de un incendio subterráneo de carbón en la región de Kémerovo, en Siberia, comunicó este jueves el Centro Federal de Investigación Fundamentos de Biotecnología, de la Academia de Ciencias de Rusia.
Los microbios fueron encontrados en dos muestras. Una de ellas fue recolectada en la superficie, donde la temperatura era de 58 ºC, y la segunda, a una profundidad de entre 5 y 10 centímetros. Luego, los científicos estudiaron su composición química y secuenciaron los genomas que contenían.
En total, los biólogos identificaron los genes de 15 grupos de arqueas y bacterias, siendo estas últimas mucho más numerosas. Eso fue inesperado para los científicos, ya que normalmente en condiciones extremas predominan las arqueas.
Los microorganismos detectados se benefician de los incendios subterráneos. En particular, el filo más prevaleciente ‘Chloroflexi’, responsable del 39% y 56% del material genético hallado en las muestras, puede aprovecharse de las reacciones con el monóxido de carbono. Asimismo, fueron identificados organismos que utilizan el metano o se alimentan de otros microbios. El biólogo Vitali Kádnikov, quien dirigió el proyecto, resaltó el nivel de adaptación evolutiva de los microbios:
Aquí solo pueden existir microorganismos muy adaptados. No solo tienen sistemas de protección únicos, sino que también pueden recibir energía en el curso de las transformaciones químicas de las sustancias que están disponibles para ellos
¿Promesa de nuevas tecnologías?
El científico indicó que el estudio de extremófilos terrestres serviría no solo a la ciencia sino también a la economía.
«Nuestra investigación es otro paso hacia la comprensión de cómo surgieron estos ecosistemas relativamente jóvenes, qué conexiones tienen y si podemos usarlos. Son muy similares a los que se forman alrededor de las fuentes termales, pero quién sabe, tal vez contengan organismos muy específicos que permitan el desarrollo de nuevas formas de obtener valiosos productos biotecnológicos mediante el uso de hidrógeno y monóxido de carbono generado durante la gasificación del carbón», dijo el investigador.
El estudio de Kádnikov y sus colegas de Moscú y Tomsk fue publicado en la revista Microorganisms.
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