El regreso del público a los estadios colombianos después de las restricciones por la pandemia de coronavirus, para el partido entre el Independiente Santa Fe (Bogotá) y el Atlético Nacional (Medellín, Antioquia), se vio ensombrecido por la violencia que desataron los hinchas de ambos clubes en la noche de este martes 3 de agosto en el estadio capitalino El Campín, informa AS Colombia.

Para el club bogotano era el primer partido con presencia de hinchas después de un año y medio. Al finalizar el primer tiempo sin goles, se presentaron desmanes en las gradas, tras un intercambio de insultos entre las dos barras y cuando los seguidores del Nacional se pasaron al sector norte del estadio, donde se encontraban los de Santa Fe, para atacar a los locales.

Como respuesta a la agresión, los fanáticos de Santa Fe invadieron la cancha para frenar lo ocurrido, lo que generó la invasión del campo y obligó a aplazar el inicio del segundo tiempo.

Violencia en los recintos del estadio

En medio de los disturbios, agravados por la lenta reacción de la policía, seis personas resultaron lesionadas: cuatro agentes del orden y dos hinchas. Lamentablemente, uno de ellos resultó con trauma craneoencefálico al recibir una bestial golpiza en la cabeza por parte de un grupo de hinchas del equipo antioqueño. La brutalidad quedó grabada en un video donde la víctima es perseguida por varios fanáticos con camisetas verdes, que posteriormente lo golpean reiteradamente en la cabeza a pesar de que haber quedado inconsciente.

Condiciones para volver a los estadios

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que estaba presente en el recinto deportivo, rechazó y condenó los actos de violencia.

«Lo que ha pasado hoy en el estadio El Campín es inaceptale. No puede ser que después de un año y medio esperando este momento, esta sea la respuesta de unos hinchas violentos y desadaptados que deshonran a su hinchada, a su equipo y al fútbol», lamentó López.

Posteriormente, a través de su cuenta de Twitter, la alcaldesa anunció la decisión de suspender el ingreso de público a los estadios hasta que se cumplan las nuevas condiciones que deberán garantizar los clubes para el arrendamiento de esos recintos en la capital colombiana, lo que incluirá un mejor registro de la venta de boletos para identificar a cada persona que ingrese y la contratación de equipos de seguridad que trabajen en coordinación con la Policía, entre otras exigencias.