Francia busca aumentar la producción de biometano a partir de residuos agrícolas para reducir su dependencia del gas natural ruso
Agricultores franceses han expresado su apoyo al intento de Europa de desprenderse del gas ruso, y están planeando poner en marcha nuevas instalaciones de producción de biocombustible a partir de residuos agrícolas, informa AP.
En el pueblo de Sonchamp, al suroeste de París, trabajadores de la tierra pronto abrirán una nueva instalación en la que se triturarán y fermentarán cultivos y residuos agrícolas para producir «biogás». «Si queremos consumir (energía) verde y evitar los flujos y la contribución del gas ruso, no tenemos realmente otra opción. Tenemos que encontrar soluciones alternativas», dijo Christophe Robin, uno de los seis inversionistas de la planta.
El grupo de granjeros de Sonchamp solicitó un préstamo de 5 millones de euros (5,3 millones de dólares) y recibieron una subvención estatal de un millón de euros (1,05 millones de dólares) para construir su planta, indicó Robin. Firmaron un contrato de 15 años con la empresa de servicios públicos Engie, con un precio fijo para su gas, lo cual limitará su capacidad de beneficiarse de los actuales altos precios, pero, según indican, les asegurará unos ingresos estables.
El gas de la planta podría satisfacer las necesidades de 2.000 hogares, resaltaron los agricultores. Se purificará para convertirlo en biometano y se inyectará en un gasoducto hasta la cercana ciudad de Rambouillet.
El Gobierno francés ha tomado varias medidas para acelerar el desarrollo del biometano desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania. En el sector afirman que este tipo de gas natural renovable cubrió casi el 1% de las necesidades de Francia en el 2021 y que aumentará al menos al 2% este año. Sin embargo, no se espera que el «biogás» pueda sustituir completamente al combustible que se importa de Rusia hasta el 2030.