Los restos de un bombardero estadounidense que durante la Segunda Guerra Mundial se estrelló contra un glaciar en Islandia han comenzado a quedar al descubierto a medida que la capa de hielo de la montaña retrocede, informa la prensa local.

El accidente ocurrió el 16 de septiembre de 1944, cuando por el mal tiempo un B-17 Flying Fortress de la Fuerza Aérea de EE.UU. que se dirigía hacia Inglaterra para tomar parte en una operación contra Alemania se salió de su ruta. El avión repostó en un aeropuerto islandés y acabó precipitándose sobre el glaciar Eyjafjallajökull, en el sur del país.

El bombardero tuvo una colisión relativamente suave, ya que impactó en la nieve, y todos sus ocupantes lograron sobrevivir. Poco después, una expedición de la Fuerza Aérea de EE.UU. recuperó solo unos pocos fragmentos de la aeronave, debido a que la mayor parte de esta ya yacía bajo la nieve y el hielo.

Ahora, el lugar del accidente del B-17 se ha convertido en una atracción turística para los lugareños, quienes se niegan a retirar los restos del bombardero.

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