Fotos de la NASA muestran los devastadores efectos de la sequía en California
La NASA publicó esta semana una serie de imágenes, captadas por el satélite Landsat 8, que ponen de relieve la gravedad de la sequía cada vez más profunda que está afectando el estado estadounidense de California.
Las fotos comparan imágenes de Sierra Nevada y del lago Oroville tomadas en diferentes períodos de tiempo, y la diferencia es dramática, ya que la capa de nieve blanca de Sierra Nevada aparece reducida a la nada.
La nieve de montaña es como una cuenta bancaria para el agua en el oeste del país, dijo la agencia espacial estadounidense, y ahora parece que esta fuente clave de agua para la región «tiene pocos fondos». La nieve de Sierra Nevada constituye aproximadamente el 30 % del suministro de agua de California.
«La nieve de las montañas se derritió casi un mes antes de lo previsto, dejando los embalses sin su caudal habitual de agua dulce», lamentó la NASA. La nieve derretida de Sierra Nevada y las Montañas Rocosas normalmente llena los embalses de California cada primavera, pero los suministros de agua están disminuyendo después de dos años de escasas lluvias.
Otra serie de fotos muestra el lago Oroville, el segundo embalse más grande de California, con el caudal tan menguado que deja expuestas partes del lecho que habitualmente están sumergidas. La NASA comparó imágenes recientes del lago con las tomadas en 2019, y se observa que en dos años el nivel del agua del embalse disminuyó drásticamente. El lago Shasta, el embalse más grande de California, también mostró una disminución importante del nivel de agua.
Según datos del monitor de sequía de EE.UU., actualmente el 89 % de los territorios occidentales de EE.UU. están en estado de sequía y el 25 % en el de sequía excepcional. El gobernador de California, Gavin Newsom, pidió la semana pasada a la población que redujera el uso de agua en un 15 % y extendió una declaración de emergencia por sequía a casi todos los condados del Área de la Bahía. Medios informan de que el estado enfrenta unas condiciones de sequedad no observadas desde finales de la década de 1970.