FOTO: Una nueva especie de serpiente venenosa es nombrada como el vocalista de Metallica

La serpiente venenosa ‘Atheris hetfieldi’ ha sido identificada recientemente en la isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial, por un grupo de investigadores liderado por la Universidad de Oporto (Portugal), de acuerdo con un estudio publicado en la revista Zootaxa esta semana. El reptil recibió ese nombre en homenaje al vocalista de la agrupación de metal estadounidense Metallica, James Hetfield.

Según los científicos responsables de describir a esta nueva especie de víbora arborícola, su «cabeza en forma triangular» y sus «escamas», que la asemejan a la imagen que se tiene de un dragón, los inspiró para bautizarla como el líder de la famosa banda. Su música los acompañó en sus expediciones y trabajos de campo en el país centroafricano, asegura la universidad portuguesa.

«Somos grandes admiradores de Metallica y de James Hetfield desde una edad muy temprana. Queríamos honrarlo como agradecimiento por todas las buenas vibraciones que su música nos ha transmitido durante toda nuestra vida personal y nuestra carrera», confiesa a la revista Metal Hammer Luís Ceríaco, autor principal de la investigación.

Holotipo de ‘Atheris hetfieldi’ en la Academia de Ciencias de California.Universidad de Oporto / Luis Ceríaco

La ‘Atheris hetfieldi’ es una víbora venenosa que se encuentra a lo largo de las regiones tropicales del continente africano. Vive en las ramas de los árboles y puede alcanzar una longitud máxima de 52 centímetros. Su distribución en la isla de Bioko es limitada y marcada por la presencia de una densa floresta en la base del volcán San Carlos, «hogar de miles de especies de animales y plantas, cientos de las cuales aún no han sido descritas», afirma el científico.

Poco se sabe de la ecología, historia natural y estado de conservación de esta especie. Por tal motivo, Ceríaco y su equipo esperan que su nombre llame la atención sobre la importancia del estudio y la caracterización de la biodiversidad. «Estamos perdiendo la biodiversidad a un ritmo loco y aterrador, y muchas especies pueden extinguirse incluso antes de que sepamos que existen», subraya.

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