El personal de la base aérea Volk Field (Wisconsin, EE.UU.) colocó pararrayos para proteger a las aeronaves estadounidenses F-35A, cuyo apodo oficial es Lightning II: ‘relámpago’, en español.

No se trata de una broma, sino que el objetivo es evitar que esos cazas de quinta generación reciban el impacto de los rayos, informa el portal The Drive.

Así, esta fotografía muestra pararrayos ubicados sobre estas aeronaves vulnerables a los relámpagos como parte de los preparativos para las maniobras ‘Rayo del Norte’, que la Guardia Nacional Aérea de EE.UU. comenzó el pasado 10 de agosto.

La estructura de estos aparatos está realizada con materiales compuestos y no proporciona protección pasiva contra relámpagos, a diferencia de los fuselajes metálicos de los cazas de generaciones anteriores.

En particular, los técnicos de las instalaciones militares temen que cualquier incidente de ese tipo provoque la explosión de los depósitos o todo el sistema de combustible de los F-35A por el oxígeno que acumulan.

Finalmente, el riesgo aumenta debido a problemas con el sistema de presurización OBIGGS diseñado para llenar el espacio vacío con gas inerte, normalmente nitrógeno.