Este jueves, 175 estudiantes han abandonado el hotel de cuatro estrellas de la isla balear de Mallorca (España) en el que se encontraban guardando cuarentena después de la detección de un megabrote de coronavirus. Todos ellos habían dado negativo en las pruebas de covid-19 y han embarcado esta mañana rumbo a Valencia, desde donde serán trasladados en autobús hasta los distintos puntos de España de donde son originarios.

Estos jóvenes formaban parte del grupo de 250 estudiantes que fueron puestos en cuarentena obligatoria el pasado domingo, después de que más de 70 de ellos dieran positivo en coronavirus y se levantara una gran polémica sobre la potestad de las autoridades para decretar el aislamiento obligatorio.

En la embarcación en la que viajan se ha habilitado un salón para su uso exclusivo, aislado del resto de pasajeros y tripulación. Además, se encuentran custodiados tanto por seguridad privada como por agentes de la Policía Nacional y tienen a su disposición un servicio de enfermería.

Por su parte, ha habido varios estudiantes que han decidido viajar por su cuenta, como hicieron el miércoles, en avión, nueve alumnos de Bilbao y esta mañana otros tres de Sevilla.

Además de los 74 estudiantes que ya habían dado positivo en covid-19 hasta ahora, en los cribados de última hora se han detectado tres nuevos casos, que elevan el total hasta los 77. Asimismo hay alrededor de diez jóvenes que sortearon los controles y la cuarentena y no se encuentran localizados entre los trasladados esta mañana.

A su llegada al puerto de Valencia, los jóvenes serán sometidos de nuevo a un test para comprobar que siguen siendo negativos, por si tuvieran que ser aislados del resto de sus compañeros. Una vez en sus domicilios, deberán terminar de cumplir la cuarentena de diez días que comenzó el pasado domingo.

Por su parte, los alumnos que dieron positivo permanecerán en la isla hasta completar su cuarentena de 10 días, si no tienen síntomas, o hasta que encadenen tres días sin ellos.

Cinco días de polémica

Desde que las autoridades sanitarias del Gobierno balear decretaron el pasado domingo el confinamiento de 249 estudiantes relacionados con un megabrote de coronavirus, la situación ha estado envuelta en la polémica.

Desde el inicio trascendieron noticias sobre el mal comportamiento de los jóvenes en el interior de la instalación habilitada para que cumplieran el aislamiento, con música a todo volumen, lanzamiento de objetos a la vía pública y consumo de alcohol que algunos locales de la zona les hacían llegar a través de los balcones.

Enseguida comenzaron las lamentaciones de los alumnos, muchos de los cuales se quejaban de que estaban «secuestrados» y que no entendían por qué tenían que permanecer en la isla, en aislamiento, si habían dado negativo en las pruebas de coronavirus.

El ‘hashtag’ #niñatos fue tendencia en España durante varios días, con muchos ciudadanos criticando la actitud de estos jóvenes.

Desde principios de junio, los viajes de fin de curso a Mallorca están detrás de más de 1.800 contagios en toda la geografía española y han dejado imágenes de aglomeraciones multitudinarias sin respetar ninguna de las normas para la prevención de la expansión del virus.

Se ha criticado su falta de solidaridad y que después de casi año y medio de pandemia no tengan asumidas las normas sanitarias, tanto para evitar el contagio como en el caso de ser contactos de positivos, ya que tienen la obligación de guardar cuarentena de diez días incluso en el caso de que los test diagnósticos den negativo.

Además, algunos de los padres de los menores han presentado denuncias en diferentes instancias judiciales.

La polémica fue zanjada el miércoles por una jueza que anuló el decreto del Gobierno judicial del aislamiento forzoso, permitiendo a los estudiantes con prueba negativa en coronavirus regresar a sus hogares a pesar de no haber cumplido la cuarentena. En su resolución la magistrada alega «ausencia de claridad por parte de la administración» para explicar la motivación de la medida y quién es contacto estrecho, que ha sido establecido de una manera «genérica».

Nuria López