Filipinas pondrá fin a las operaciones de 175 empresas de juegos de azar y deportará a partir del mes que viene a unos 40.000 trabajadores chinos que allí laboran, anunció este lunes un portavoz del Ministerio filipino de Justicia, José Dominic Clavano, citado por Reuters.

La industria de los juegos surgió en Filipinas en 2016 y creció exponencialmente, al aprovechar sus proveedores la liberalidad de las leyes locales y enfocarse en los clientes provenientes de China, donde los juegos de azar están prohibidos.

«La medida se debe a las denuncias de asesinatos, secuestros y otros delitos cometidos por ciudadanos chinos contra otros ciudadanos chinos», dijo Clavano, y especificó que los establecimientos que serán cerrados tenían licencias ya caducas o les fueron revocadas por infracciones como el impago de impuestos gubernamentales.