Explican cómo el dólar fuerte pone en peligro las economías emergentes
El dólar estadounidense vio en los últimos meses su valor máximo respecto a la canasta de otras principales divisas del mundo y de Japón, conocida como USDX, o el Índice Dólar.
Esta subida en un 11 %, desde los comienzos de 2022, llevó a la moneda de EE.UU. hasta los niveles que tenía hace más de 20 años, antes de experimentar la crisis de la burbuja de las puntocom (2001-2002).
El exsecretario del Tesoro de EE.UU., Lawrence Summers, valoró en una entrevista con Bloomberg que las finanzas de EE.UU., en algunos aspectos, estén incluso más fuertes en comparación con las europeas. No obstante en su opinión, la política del recorte de impuestos y la evasión de los impuestos sobre los ingresos del sector informático genera, por lo menos, una gran inseguridad en los consumidores.
Demanda del dólar y la política de la Fed
El director global de Macroeconomía, Comercio e Inversión del Banco Mundial, Marcello Estevao, explicó en un blog que la paridad con el euro en el tipo de cambio del dólar no es algo que dependa solo del euro, puesto que otras monedas de la canasta USDX también se han despreciado frente al dólar. Además, demostró que la tendencia tiene grandes implicaciones para los mercados emergentes.
El dólar se está fortaleciendo principalmente porque hay una fuerte demanda de dólares, sostuvo el experto. Mientras tanto, las perspectivas económicas para la mayoría de las economías apuntan hacia una importante desaceleración en medio de los riesgos geopolíticos y una fuerte volatilidad en los mercados. Además, la inflación histórica ha llevado a la Reserva Federal de EE.UU. a subir «agresivamente» las tasas de interés clave.
Antecedentes de la huida en busca de un refugio seguro
El mercado continúa esperando aumentos rápidos de las tasas por la Fed. En situaciones similares, en el pasado, recuerda Estevao, los mercados emergentes enfrentaron la crisis como fue el caso de la ‘Década perdida’ en los años 1980 en América Latina, y la crisis del ‘Efecto tequila’ que experimentó México en la década de 1990 y que luego se extendió a Rusia y al este de Asia.
No es nuevo el fenómeno de que los mencionados factores hayan provocado una huida de los capitales hacia la seguridad, que supone que los inversores salieron de sus posiciones en Europa, en los mercados emergentes y otros lugares para buscar un refugio seguro en los activos en EE.UU. que, «obviamente, requieren dólares para comprar», escribe el director.
Previsiones para los mercados emergentes
Estevao prevé «más estrés en el ámbito de la deuda soberana que ya está en problemas». Las dificultades provienen de la imposibilidad para los países más pobres de solicitar préstamos en la moneda nacional, por lo menos, en volúmenes y para los plazos que deseen, mientras que los prestamistas no están dispuestos a asumir el riesgo de que se les pague en monedas volátiles. Los solicitantes asumen pagar sus deudas en dólares, sin importar el tipo de cambio.
Una desaceleración interna, provocada por la creciente inflación en los mercados emergentes, afectará con el tiempo a los ingresos del Gobierno, advirtió el banquero, y por lo tanto, puede exacerbar los problemas de deuda. Según este análisis, a corto plazo, un dólar fuerte puede afectar también al comercio y a los países en vías de desarrollo que tienen pocas opciones para abordar estos problemas.
Mientras tanto, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó este lunes de «inevitable» la «desdolarización» de la economía rusa.