«Evaluar el balance real del carbono en el territorio del país»: universidades rusas impulsan la creación de estaciones de control de emisiones

Varias universidades de Rusia están creando estaciones de medición de carbono en el marco del programa de liderazgo académico ‘Prioritet 2030’ (‘Priority 2030’), elaborado por el Ministerio de Ciencia y Educación Superior del país.

Las instalaciones son establecidas en ecosistemas singulares y tienen como objetivo la aplicación de medidas de control de gases climáticos activos, es decir, para llevar a cabo mediciones de absorción y emisión de carbono y metano.

El proyecto se lanzó el pasado febrero en medio de la tendencia mundial a la descarbonización, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para reducir los impactos negativos relacionados con el calentamiento global.

«Nuestro objetivo es cubrir todos los tipos de ecosistemas para crear una base científica para un sistema nacional de seguimiento de los flujos de gases de efecto invernadero. Es necesario evaluar el balance real de carbono en el territorio del país», señaló el ministro de Educación y Ciencia ruso, Valeri Falkov.

Primera instalación dual en mar y tierra

La Universidad Federal del Báltico Immanuel Kant (BFU, por sus siglas en ruso) es una de las instituciones educativas que se dedica a la construcción de estas instalaciones y ya ha creado dos de ellas en la provincia de Kaliningrado. El polígono ‘Rosianka’ (‘Drosera’) se abrió en noviembre y consta de dos parcelas con una superficie total de 255,4 hectáreas (2,554 kilómetros cuadrados). Se trata del primera estación de medición de carbono en Rusia que tiene una plataforma tanto marítima como terrestre. Ambas partes tienen diferentes tareas y disponen de diferentes equipamientos.

El emplazamiento terrestre está situado en la turbera de Wittguirensky y está dotado de un laboratorio móvil alimentado con energía solar que permite a los científicos realizar pruebas rápidas en muestras de turba, agua y aire. Mientras, la sección marítima se encuentra en la vertiente oriental de la fosa de Gdansk, en el mar Báltico, donde se ha observado una anomalía de metano.

«El proyecto no es para 2-3 años, es un proyecto a largo plazo, de muchos años», afirmó Alexánder Fiodorov, rector de la BFU, quien agregó que es posible que la iniciativa se prolongue durante las dos próximas décadas ya que «la agenda del carbono climático solo se ampliará».

Por su parte, la investigadora de la universidad Leyla Bashirova afirmó a RT que «los datos recogidos en el sitio de prueba se utilizarán para la vigilancia» y se creará un sistema de seguimiento de las emisiones y sumideros de gases de efecto invernadero en todo el territorio del país. «Además de investigaciones fundamentales, también se trata de investigaciones aplicadas, porque en esta fase necesitamos comprender el equilibrio entre las emisiones y los sumideros de gases de efecto invernadero«, explicó. La científica también aseveró que en el futuro planean «avanzar en el control de las emisiones de gases de efecto invernadero aplicando diferentes tecnologías para reducirlas».

Desarrollo de instalaciones en los Urales y en Siberia

Asimismo, se desarrollan activamente sitios de detección de carbono en otras regiones de Rusia, como los Urales y Siberia. En particular, la Universidad de Tiumén contribuyó a la creación del primer centro de control de carbono del país, inaugurado en agosto de este año, con la apertura de una bioestación en el lago Kuchak.

El polígono permite analizar la zona para calcular la masa biológica, la composición de las especies vegetales y las condiciones del suelo, recogiendo información mediante sistemas no tripulados y equipos terrestres. Está previsto que los datos recopilados se utilicen en proyectos de repoblación forestal, desarrollo agrícola y para la creación de zonas con mayor capacidad de absorción del dióxido de carbono.

El rector de la Universidad de Tiumén, Iván Romanchuk, destacó que la institución tendrá una función de coordinación de la red de polígonos de carbono del Centro de Investigación y Educación de Siberia Occidental y se convertirá en una instalación de formación metodológica y educativa para toda Rusia en lo referido a esta esfera.

Asimismo, la Universidad Federal de los Urales en honor al primer presidente de Rusia B.N. Yeltsin (UrFU, por sus siglas en ruso) creó en octubre una estación de medición de carbono en la provincia de Sverdlovsk. El polígono ‘Ural-Carbono’ incluye dos partes con una superficie total de más de 300 hectáreas (3 kilómetros cuadrados) y es un objeto único debido al carácter específico de la región, que acoge extensos bosques de taiga que absorben dióxido de carbono evitando que llegue a la atmósfera, así como numerosas empresas industriales.

«La región de los Urales es uno de los polos mineros y metalúrgicos más importantes del país. Por lo tanto, el sitio de prueba ‘Ural-Carbono’ tiene una responsabilidad especial», indicó el ministro de Educación y Ciencia ruso, quien agregó que se requiere ofrecer a las empresas «un conjunto de tecnologías únicas que no solo pueden eliminar el CO2 acumulado en la atmósfera, sino también compensar la huella de carbono o las emisiones de gases de efecto invernadero«.

  • ‘Prioritet 2030’ es el programa estatal de transformación de las universidades más ambicioso de la historia de Rusia y está destinado a crear un gran grupo de universidades líderes en innovación y nuevos conocimientos científicos para 2030. Actualmente, en el programa participan 121 universidades, cada una de las cuales puede recibir hasta 1.000 millones de rublos (13,5 millones de dólares) en ayudas estatales.