Esta compañía te paga por clonar tu rostro para utilizarlo en videos publicitarios

Hour One, una compañía con sede en Tel Aviv, Israel, utiliza la apariencia física de personas reales para crear clones generados por un software de inteligencia artificial, que funciona de manera similar a la tecnología DeepFake (un sistema de aprendizaje profundo capaz de crear videos extremadamente realistas), y luego venderlos a otras empresas para que sean utilizados en materiales publicitarios. Ahora, Hour One, que ya cuenta con unos 100 «personajes», busca expandir su lista y ofrece pagos para nuevos individuos que decidan rentar su rostro.

«Tenemos una cola de gente que se muere por convertirse en estos personajes», asegura Natalie Monbiot, jefa de estrategia de Hour One.

Monbiot explica que la compañía elige candidatos entre aquellos que más atractivos le resulten para agregar a su porfolio, y detalla que se propone tener una amplia base de personajes que reflejen las edades, géneros y antecedentes raciales de todas las personas en el mundo real.

Hour One, an AI startup, wants to pay you to make a deepfake likeness of your face for commercial and educational purposes. Companies will be able to purchase AI-voiced «characters» to say whatever they want. Below: a completely AI character used as a language learning teacher pic.twitter.com/xDe7P1wiem

— Tony Ho Tran (@TonyHoWasHere) August 29, 2021

El proceso de creación de los personajes es más sencillo de lo que parece. Hour One usa una cámara 4K de alta resolución para filmar a una persona mientras habla y muestra diferentes expresiones faciales frente a una pantalla verde. Luego, con ayuda de un software, puede generar una cantidad infinita de imágenes y videos de esa persona, a la que además hará decir lo que sea en cualquier idioma.

Hour One vende sus personajes a más de 40 clientes, entre los que se incluyen escuelas de idiomas, empresas de bienes raíces, comercio electrónico, salud digital y entretenimiento.

Si bien las políticas éticas de la compañía especifican que no trabaja con ciertas industrias, como las relacionadas con juegos de azar, sexo o política, y pese a que en todos los videos se coloca una marca de agua que dice que las imágenes fueron generadas por inteligencia artificial, muchas personas aún se muestran reacias a ‘clonar’ sus rostros para que aparezcan en videos de múltiples índoles y diciendo cosas con las que podrían no estar de acuerdo.