El multimillonario estadounidense e inversor George Soros ha lanzado críticas a BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, por las oportunidades de inversión que busca el mercado chino.

Soros, fundador del fondo de cobertura Quantum Fund y la Open Society Foundations, escribió en un artículo para The Wall Street Journal que los llamados alcistas de BlackRock sobre las inversiones en China podrían perjudicar tanto a los inversores como a los intereses de seguridad de Estados Unidos, recoge South China Morning Post.

«Invertir miles de millones de dólares en China es un error trágico. Esto probablemente conllevará pérdidas a los clientes de BlackRock y, lo que es más importante, perjudicaría los intereses de la seguridad nacional de EE.UU. y otras democracias», señaló Soros, cuya empresa mantuvo durante dos décadas el 25 % de la participación en la aerolínea china Hainan Airlines desde 1995.

«Conflicto a ultranza»

Soros advierte que mientras firmas financieras globales como BlackRock se están centrando en los beneficios potenciales de la continuación de la apertura del sistema financiero chino, Washington y Pekín se mantienen en «conflicto a ultranza» sobre sus sistemas de gobierno.

Durante su discurso en el Foro Económico Mundial en 2019, Soros describió al presidente chino Xi Jinping como «el oponente más peligroso» para las sociedades abiertas; además, ha promovido la limitación del flujo de capitales al país asiático.

Aprovechar las oportunidades

Su postura contrasta con la opinión del director general de BlackRock, Larry Fink, quien señala que la falta de exposición a la segunda mayor economía en los portafolios inversionistas globales impide a los inversores beneficiarse de la creciente clase media y el aumento de ingresos en China.

BlackRock obtuvo una licencia en junio para convertirse en la primera gestora internacional de activos en lanzar un fondo mutualista completamente privado en China continental. En agosto, su estructura investigadora llamó a inversores a incrementar sus compras de acciones y bonos chinos.

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«El mercado chino representa una oportunidad significativa para ayudar a alcanzar las metas a largo plazo de inversores de China e internacionales. También abre una oportunidad de ayudar a hacer frente al reto de la jubilación para millones de personas en China», escribió Fink en una carta a los accionistas en abril.

La diferencia en las posiciones de los dos inversores refleja el dilema al que se enfrenta el capital global en el ejercicio de sus deberes fiduciarios. Se prevé que la economía china, que fue la primera en entrar y salir del cierre pandémico, sea una de las más crecientes a nivel global este año y el próximo, según un informe emitido en julio por el Fondo Monetario Internacional.

Al mismo tiempo la intervención del Estado chino en la actividad de gigantes tecnológicos ha sido una fuente de preocupación en el sector inversionista.

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