Enviado especial de Trump confiesa que le ocultó el número de soldados de EE.UU. en Siria

El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Jim Jeffrey, ha confesado en una entrevista con Defense One que su equipo le ocultó deliberadamente a sus superiores y al presidente Donald Trump el número de soldados estadounidenses estacionados en Siria.

«Siempre nos la apañamos para no dejar claro a nuestros líderes cuántos soldados teníamos allí», afirmó Jeffrey, dando a entender que el número real de efectivos de EE.UU. en el noreste de Siria es «mucho mayor» que las aproximadamente 200 personas que Trump inicialmente acordó dejar allí en 2019.

Para Jeffrey, la retirada de los soldados de Siria, anunciada por Trump en cumplimiento con su promesa electoral de sacar a su país de sus «guerras eternas» en Oriente Medio, ha sido «lo más controvertido» en los 50 años que ha pasado en el Gobierno. En protesta contra aquella decisión que enfureció a muchos altos cargos del Pentágono y diplomáticos, el secretario de Defensa, Jim Mattis, presentó la renuncia.

Lo mismo hizo Brett McGurk, enviado especial de Washington para la coalición internacional contra el Estado Islámico, y entonces Jeffrey, que ocupó su cargo, se aseguró de hacer todo lo que podía para que nunca hubiera ninguna retirada de Siria.

«¿Qué retirada de Siria? Nunca hubo una retirada de Siria», señaló Jeffrey en la entrevista. «Cuando la situación en el noreste de Siria era bastante estable después de que derrotamos al Estado Islámico, [Trump] se inclinó a retirarse. En cada caso, decidimos buscar cinco argumentos mejores para justificar la necesidad de quedarnos. Y tuvimos éxito en ambas ocasiones. Esa es la historia», explicó el funcionario, en referencia al año 2018 y octubre de 2019, cuando Trump reiteró su orden de retirada.

Sin embargo, pese a que Jeffrey se oponía a las políticas de Trump tanto de forma abierta como en secreto, califica que el «modesto» enfoque del mandatario hacia el Oriente Medio ha dado mejores resultados que el intervencionismo militar de George Bush o las políticas de Barack Obama, que trataba de mejorar las relaciones con los líderes del mundo musulmán y solo «empeoró las cosas», debilitando a EE.UU.

Trump, por el contrario, logró crear una alianza política entre Israel y varios países del Golfo, mientras mantenía relaciones con Irak y presionaba a Irán, y de momento el conflicto en los principales focos de tensión en la región está congelado en un «punto muerto», resumió Jeffrey.

«Nadie quiere realmente ver al presidente Trump irse, entre todos nuestros aliados», señaló el funcionario, afirmando que las políticas del mandatario estadounidense «son bastante populares» en la región.