Encuentra a la ladrona de su perra y en lugar de llamar a la Policía o castigarla la ayuda de forma inesperada

Brayden Morton, un canadiense de Columbia Británica, fue víctima del robo de Darla, su perra de raza shar pei, a la que unos desconocidos se llevaron de su patio trasero. Aunque el hombre estaba en casa cuando eso sucedió, no alcanzó a detener a los delincuentes, que huyeron en una camioneta el pasado 18 de junio.

Morton puso una denuncia en la Policía, compartió su historia en Facebook y ofreció una recompensa de casi 6.000 dólares a cualquiera que pudiera ayudarle a recuperar a su amada mascota. «Es mi perra y la amo. No me robaron una bicicleta del garaje; esto es mucho más serio», le dijo al diario The Washington Post.

Su publicación en la red social fue compartida más de 30.000 veces y al siguiente día tenía cerca de 500 mensajes de todo tipo. Recibió llamadas de personas que supuestamente sabían del paradero de Darla, pero mucha de esa información terminó siendo falsa o inútil. Incluso le dijeron que creían haberla encontrado muerta, contó en una publicación del 20 de junio.

Sin embargo, Brayden fue telefoneado por una mujer que estaba llorando y le dijo que tenía al can y que se sentía muy mal por haber ayudado a secuestrarla. El dueño sintió que la desconocida estaba diciendo la verdad y ambos acordaron una cita en una gasolinera cercana. La joven, de 20 años, llegó a la cita con Darla. «Fue uno de los sentimientos más abrumadores que he tenido. Estaba eufórico», dijo el canadiense hablando del momento en que se reunió con su fiel amiga.

Final inesperado

En el momento en que recuperó a la perrita, Morton intentó descifrar los motivos que tuvo la chica para robar, mientras esta lloraba descontroladamente. «En cuanto la vi supe que era adicta a las drogas. Me acerqué a ella, la abracé y le dije que no pasaba nada y que no estaba enfadado». La adolescente le confesó que era adicta al fentanilo (un analgésico opioide sintético), que había estado viviendo en las calles y que, junto con otras dos personas, planeaba vender por Internet a Darla para financiar su adicción. Después vio la publicación en Facebook y sintió que «no podía vivir consigo misma» y llamó a Morton.

Brayden entendió perfectamente esa situación porque él mismo había sido drogadicto durante muchos años, superó la adicción y ha estado más de seis años sobrio gracias a un programa de rehabilitación. Después de su recuperación, se ofreció como voluntario y luego creó Find the Right Rehab, un servicio gratuito que brinda asistencia médica a drogadictos.

El canadiense compartió su historia con la mujer y entendió que si le entregaba el dinero de la recompensa sería un error: «Me enteraré de tu muerte al día siguiente o dos días después», le dijo. En cambio, se ofreció a pagarle un tratamiento si se sentía preparada. Ella estuvo muy agradecida por la generosa oferta y aceptó. Actualmente se encuentra en un centro de recuperación de adicciones para mujeres y niñas en la ciudad de New Westminster. «Hay mucha gente buena que es adicta a las drogas y que a veces solo necesita a alguien con quien hablar y pedir ayuda», asegura Brayden.

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