En una “Cruella” punk, los perros juegan un papel secundario
La princesa punk alemana Nina Hagen no es la inspiración más obvia para una película de Disney, pero “Cruella” tampoco es la típica película de Disney. La nueva historia de origen con actores reales sobre la supervillana de pelo blanco y negro es menos sobre una maníaca desolladora de dálmatas y más sobre una aspirante a diseñadora con una sensibilidad punk que quiere cambiar las formas sofocantes del pasado en Londres durante la década de 1970.
Departamentos como peluquería y maquillaje y diseño de vestuario trabajan horas extra para integrarse en el tejido de una película. Pero en “Cruella”, la historia en sí misma les da protagonismo. Así que el director Craig Gillespie y la actriz y productora Emma Stone reclutaron a algunos de los mejores: la diseñadora de vestuario ganadora de dos Oscar Jenny Beavan, cuyos créditos incluyen películas de época como “A Room with a View” y cintas postapocalípticas como “Mad Max: Fury Road” (“Mad Max: Furia en el camino”); y la diseñadora de maquillaje y peluquería ganadora del BAFTA Nadia Stacey, quien transformó a Stone en una escaladora social del siglo XVIII en “The Favourite” (“La favorita”).
“Nunca pensé que la haría. Nunca fue una película que surgiera en mi rango de material porque no me gusta mucho la moda”, dijo Beavan. “Por supuesto, yo estaba viva en los años 70. Esta película y el guion despertaron mis recuerdos de la época”.
Con el guion, las ideas de Gillespie y la banda sonora en mente, Beavan y su equipo comenzaron a crear diseños originales y a recorrer las tiendas vintage de Londres en busca de piezas reales y cosas que tuvieran al menos el espíritu de los 70, cuando los estilos abotonados de Dior y Balenciaga daban paso a personajes como Vivienne Westwood con cremalleras y agujeros por todas partes.
“Fue muy divertido”, dijo Beavan. “Cada vez que producíamos algo nuevo, (Stone) parecía tomarlo como un pato en el agua y hacerlo funcionar. Ella es absoluta y totalmente fabulosa”.
Uno de los looks finales destacados para Beaven fue una chaqueta estilo militar de Cruella combinada con una falda grande y calzado Doc Martens.
Stacey dijo que le dieron una regla para Cruella: el blanco y negro del cabello tenía que coincidir con el de la caricatura. Todo lo demás Cualquier otra cosa era un juego limpio.
Stacey said she was given one rule for Cruella: The black and white hair needed to be on the same sides as in the cartoon. Para lo demás, todo valía.
“En cierto modo lo hice con un espíritu punk, como, voy a hacer esto y veré qué pasa”, dijo Stacey. “La revolución punk supuso un gran cambio en la moda, la música, el maquillaje y el cabello. También sigue realmente la narrativa de Cruella”.
Stacey encontró inspiración no sólo en Nina Hagen, sino también en la vocalista de Blondie, Debbie Harry, quien a menudo combinaba estilos atrevidos con lápiz labial rosa, dijo.
“Eso provocó la idea de que podía hacer cosas punky o desordenadas, pero manteniendo un elemento de belleza, lo que lo convierte no sólo en de época y punk, sino que le da un toque fresco y lo hace moderno”, dijo Stacey. “Entonces, si estás haciendo un (look) realmente gráfico, duro, puedes combinarlo con un labial más suave. O si está colgando de un camión de basura, todavía puede tener joyas rosas y azules que contrasten con la situación. Hay ese tipo de yuxtaposición, un verdadero choque de cosas que traté de tener en cuenta al crear”.
Uno de los looks más llamativos de Stacey muestra a Cruella con una máscara negra pintada con aerosol sobre los ojos y las palabras “El Futuro” estampadas. La fuente, dijo, se inspiró en la portada de un álbum de Sex Pistols.
“Se lo mostré a Emma, preguntándome si yo estaba loca, y me dijo: ‘No, hagámoslo’”, dijo Stacey.
Stone estaba dispuesta a todo, dijo. No tuvo que teñirse el pelo para el papel, pero según Stacey lo habría hecho en un santiamén.
“Yo intervine un poco, pero teníamos genios creando el look”, dijo Stone. “Ponerse todo eso realmente me hizo sentir como Cruella de Vil”.
El esfuerzo de magnitudes épicas tuvo un costo reportado de 200 millones de dólares. Hubo unos 277 trajes para el elenco principal, 47 cambios para Cruella/Estella y 33 para la baronesa interpretada por Emma Thompson.
“Cada semana venía y mi (asistente de dirección) decía: ‘Oh, tenemos una gran semana esta semana’. Y decía, ‘Cada semana es una gran semana’. Tuvimos entre 400 y 600 extras y bailes y galas”, dijo Gillespie. “Nos la pasábamos corriendo”.
Sólo la escena de una gala requirió 152 pelucas y vestir a 149 miembros del reparto. Otra fiesta fundamental tuvo 80 vestidos y 88 pelucas, cada una de las cuales requirió cuatro horas de preparación.
“Nunca había visto tanta atención al detalle”, dijo la actriz Kirby Howell-Baptiste, quien interpreta a Anita Darling. “También se sintió como una fiesta, como una escena en que estábamos afuera y esencialmente era un concierto de rock, así se sintió”.
“Cruella” se exhibe actualmente en cines y está disponible para la renta en Disney+.