El Vaticano revela su patrimonio inmobiliario

La Santa Sede sextuplicó su déficit en 2020 hasta los 66 millones de euros, desde los 11 millones del 2019, por la pandemia del coronavirus, aunque la cifra estaba dentro de lo previsto, según dijo este sábado la Secretaría de Economía del Vaticano.

El Vaticano publicó este sábado sus cuentas relativas a 2020, en el marco de su divulgación financiera más detallada en la historia. Por primera vez y en vísperas de que se celebre la primera audiencia el 27 de julio del proceso en el Vaticano por el caso de compraventa de un inmueble en Londres, el presupuesto de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).

El prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, Juan Antonio Guerrero, explicó en una entrevista con el portal Vatican News que este año se publican por primera vez; pero eso no significa que «APSA no haya elaborado, en el pasado, sus propias cuentas y no las haya sometido a su aprobación».

«Los órganos de control controlan. Hacerlo público es sin duda un paso adelante en la línea de la transparencia», subrayó.

La Santa Sede tuvo unos ingresos de 248 millones de euros y un gasto de 315 millones de euros.

PATRIMONIO INMOBILIARIO

El Vaticano reconoció por primera vez que posee más de 5.171 inmuebles entre Italia y el resto del mundo. De ellos el 40% son edificios institucionales como conventos, hospitales y escuelas.

El presupuesto de la APSA mostraba que posee 4 051 propiedades en Italia; y unas 1 120 en el extranjero, sin incluir sus embajadas en todo el mundo.

Sólo un 14% de sus propiedades en Italia se alquilaban a precios de mercado; mientras que el resto se alquilaban a precios reducidos, muchos de ellos a empleados de la Iglesia.

Asimismo, la documentación mostró que APSA posee propiedades como inversión en zonas de lujo de Londres, Ginebra, Lausana y París.

PATRIMONIO NETO

Su patrimonio neto asciende a unos 1.379 millones de euros. En cuanto a los flujos de caja, las oficinas romanas y las nunciaturas suponen el 36 % del presupuesto total; mientras que el 14 % lo representa el Estado de la Ciudad del Vaticano, el IOR (banco vaticano) el 18 %, otras fundaciones y fondos el 24 %, el Óbolo de San Pedro es el 5 % y otros fondos relacionados con la Secretaría de Estado, el 3 %.

«Las fuentes de ingresos ya son conocidas: el 58 % (68 % en 2019) generados internamente (rentas, inversiones, visitantes y servicios prestados); el 23 % (18 % en 2019) donaciones de fuentes externas (de diócesis u otras instituciones); y el 19 % (14 % en 2019), proviene de entidades vinculadas (como IOR o Gobernación)«, expuso Guerrero.

La Santa Sede explicó que su déficit ordinario fue inferior en 14,4 millones de euros en 2020 en comparación con 2019; pues el pasado año fue de 64,8 millones de euros respecto a los 79,2 millones de euros de 2019.

La rentabilidad de las inversiones se redujo en 2020 en 51,8 millones de euros en comparación interanual y el resultado extraordinario también fue 17,8 millones de euros menor.

El Vaticano juzgará a diez personas por delitos vinculados a las inversiones inmobiliarias de la Secretaria de Estado en Londres, incluido al cardenal Angelo Becciu, que presentó su renuncia al papa el pasado año como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos tras verse salpicado en una investigación por la compraventa de un edificio en Londres, en Sloane Avenue, y la gestión del Óbolo de San Pedro, el fondo que recoge los donativos de los fieles para las obras de caridad del pontífice.

El cardenal Becciu y las otras nueve personas, incluidos trabajadores laicos y religiosos del Vaticano y figuras de las finanzas internacionales; además de cuatro sociedades, comparecerán el próximo 27 de julio en la primera audiencia del juicio acusados de delitos financieros como malversación de fondos, blanqueo de dinero, fraude, extorsión y abuso de poder.

Con información de EFE