El tope al precio de gas en la UE golpearía el mercado con pérdidas cuantiosas
La imposición de un límite al precio que los países europeos estarían dispuestos a pagar por suministros de gas natural podría desestabilizar el mercado, además de generar pérdidas estimadas en decenas de miles de millones para los intermediarios de esos negocios, advierte la operadora de bolsas globales ICE.
La compañía, basada en Atlanta (EE.UU.), advirtió a la Comisión Europea que los ‘brókers’ del mercado energético tendrían que desembolsar 33.000 millones de dólares adicionales en caso de que la Unión Europea concrete su plan, informa The Financial Times.
El coste adicional se originaría por el esperable incremento de hasta 80 % en la fianza que los productores de energía y agentes depositan en el mercado neerlandés de futuros TTF para cubrir riesgos en las operaciones apalancadas de gas natural.
Un aumento de tal magnitud en los márgenes podría «desestabilizar el mercado», advierte ICE (el operador del TTF) en un memorándum citado por el medio.
Las fianzas para los futuros y las operaciones ‘swap’ se han duplicado este año, según el Banco Central Europeo, obligando a muchas compañías a pedir líneas de crédito a sus bancos y buscar vías para reducir los costes marginales.
La Comisión Europea propuso el martes establecer en el TTF, que representa 80 % de la negociación europea en combustibles, un tope para los precios del gas de 275 euros por MWh, o unos 3.000 dólares por 1.000 metros cúbicos.
La iniciativa busca fijar un límite para el precio que los países del bloque estén dispuestos a pagar por el combustible que se importe, a partir de lo cual se activaría un mecanismo de emergencia.
La brecha entre los precios del TTF y el gas natural licuado ha superado los 58 euros durante 10 días de negociación. Sin embargo, los niveles requeridos para la aplicación del tope son muy superiores al precio actual del gas, que se sitúa en unos 120 euros y no ha llegado a niveles máximos desde el verano.
La propuesta del Ejecutivo comunitario ha decepcionado ya a muchos países miembros por ser el precio pautado demasiado alto, al considerar que ya por debajo de ese límite ha sufrido la UE las consecuencias de la inflación, que ha lastrado al conjunto de la economía.