El riesgo de depresión se triplica en entornos laborales tóxicos, advierten científicos
Un nuevo estudio, publicado este miércoles por BMJ Open, aporta información sobre la correlación entre los factores negativos en el trabajo y el bienestar psicológico de los empleados.
En el transcurso de 12 meses, los científicos de la Universidad de Australia Meridional analizaron los datos de 1.084 empleados a tiempo completo a fin de evaluar la asociación entre las largas jornadas de trabajo, el clima de seguridad psicológica, el compromiso laboral y nuevos síntomas de depresión.
Según la investigación, las extensas horas de trabajo no afectaron significativamente a los encuestados, aunque sí aumentan el riesgo de la cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares.
Sin embargo, los resultados revelaron que el clima de seguridad psicológica bajo triplica el riesgo de los síntomas de depresión grave. Este ambiente abarca las prácticas de gestión y comunicación que protegen la salud mental de los empleados.
Entre los componentes del entorno tóxico, los científicos destacan las prácticas de gestión deficientes, las exigencias irracionales a los trabajadores y la ausencia del interés en el bienestar psicológico por parte de los superiores.
«La evidencia muestra que las compañías que son incapaces de premiar o reconocer el trabajo duro de sus empleados, imponen exigencias poco razonables a los trabajadores y no les dan autonomía, están poniendo a sus empleados en riesgo mucho más grave de depresión», explicó Amy Zadow, la autora principal de la investigación.
Otro estudio, publicado por Maureen Dollard, asegura que «el maltrato en una unidad laboral puede afectar no solo a la víctima, sino también al responsable y a los miembros del equipo que presencian este comportamiento».
El artículo concluye que el entorno laboral tóxico puede dar lugar al absentismo, la ausencia del interés en el trabajo, el estrés, así como la baja productividad.
«Los altos niveles del agotamiento son muy costosos para las organizaciones y está claro que se necesita un cambio organizacional de nivel superior para hacer frente al problema», manifestó Dollard.