La portavoz del Gobierno argentino, Gabriela Cerruti, dijo este jueves en una rueda de prensa que el país sudamericano «no va a entrar en ‘default’ [incumplimiento de pago]» con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras la administración peronista protagoniza una difícil renegociación para abonar el préstamo contraído bajo la gestión de Mauricio Macri, por casi 45.000 millones de dólares.

Actualmente, las conversaciones con el FMI atraviesan un momento crucial, en el cual se debaten, entre otras cosas, el gran déficit fiscal que arrastra la nación latinoamericana. «Que el Fondo Monetario entienda que tenemos que crecer, que tenemos que fortificar la situación interna y la economía de Argentina para después pagar y poder cumplir con esta deuda, que no contrajo nuestro Gobierno, pero que va a intentar solucionar», enfatizó la funcionaria.

En efecto, en las últimas horas el ministro de Economía, Martín Guzmán, reveló que ahora la principal discrepancia con la entidad financiera «es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica».

De esta manera, se sobreentiende que el FMI estaría exigiendo un ajuste en las cuentas locales, pese al complejo contexto social que afronta el país.

«La palabra ajuste está desterrada de la discusión»

Tras exponer la postura del Ejecutivo ante los gobernadores, el miércoles Alberto Fernádez aclaró: «Para nosotros no es posible lograr la idea de una deuda sustentable que se funde en razones de ajuste. Para nosotros ajustar la economía es achicarla, dejar de crecer y hacer más difícil las obligaciones que tenemos con los acreedores externos. Por lo tanto, la palabra ajuste está desterrada de la discusión, y para nosotros el secreto es crecer».

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En esa reunión desarrollada en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada -sede de gobierno-, la administración de Fernández buscaba darle un mensaje de unidad al Fondo, que incluya a todos los bloques políticos. Sin embargo, la ausencia del alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, opositor al Gobierno nacional y posible candidato a presidente en el 2023, generó malestar. «Rodríguez Larreta privilegia su posición dentro de la interna de Juntos por el Cambio -partido afín al macrismo- antes que los intereses de los argentinos», arremetió la portavoz.

Con este contexto, pasadas las 11:30 de la mañana (hora local) el Riesgo País superó los 1.800 puntos y los bonos argentinos cayeron más de un 2 % en promedio. Por ahora, Argentina está cumpliendo con los pagos estipulados con el Fondo, pese a que el oficialismo ya denunció que el endeudamiento violó la Constitución porque no se debatió en el Congreso previamente.

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