El Estado ecuatoriano acepta su responsabilidad por la desaparición del escritor Gustavo Garzón en 1990
El Estado ecuatoriano pidió disculpas públicas y aceptó su responsabilidad en la desaparición forzada del escritor César Gustavo Garzón Guzmán, ocurrida hace 32 años.
El acto, que se llevó a cabo en Quito, se dio en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), emitida el 1 de septiembre de 2021, que declaró al Estado ecuatoriano culpable de la desaparición.
Las disculpas del Estado estuvieron a cargo del coordinador jurídico de la Policía Nacional de Ecuador, Ángel Esquivel, quien las presentó ante la madre del escritor, Clorinda Guzmán.
Esquivel, según cita la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), admitió que hubo «actuaciones lesivas» en contra de Garzón, causadas por agentes estatales, que «violentaron sus derechos humanos».
Por su parte, durante su intervención en el acto, Clorinda Guzmán consideró que «presentar excusas por mandato de una corte internacional no es suficiente».
«Mi reclamo siempre fue que se aclare que hicieron con él y dónde está, las disculpas son por el sufrimiento, pero no son suficientes», manifestó.
Miguel Merino, de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), definió a Guzmán como «una verdadera madre coraje», pues «nunca descansó, ni por su salud, en su exigencia al Estado».
El acto de pedido de disculpas públicas y reconocimiento de la responsabilidad es una de las medidas de reparación contempladas en la sentencia de la Corte IDH. Esa instancia también ordenó al Estado ecuatoriano a que continúe con la investigación del caso, determine el paradero de Garzón y enjuicie a los responsables y se encargue de los pagos por concepto de indemnizaciones.
La desaparición
Garzón, quien además era tallerista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y trabajaba para la editorial «El Conejo», desapareció la madrugada del 10 de noviembre de 1990. Para la fecha tenía 32 años y estaba escribiendo la tesis de su doctorado en Letras.
De acuerdo con el relato expuesto en la sentencia de la Corte IDH, un día antes, el 9 de noviembre, en horas de la tarde, Garzón fue a la Editorial El Conejo a cobrar un cheque. A las 17:30 se encontró con una amiga y ambos se dirigieron al Centro de Exposiciones de Quito, donde los recogió otro amigo.
Luego, los tres se dirigieron a la Cámara de la Construcción y recogieron a una cuarta persona. El grupo se dirigió al «Bar Tropical» y a las 22:00 se trasladaron a la discoteca «Son Candela», donde se encontraron con dos amigos más.
El escritor habría salido aproximadamente la 01:00 de la madrugada del local y ese fue el último momento en el que fue visto, según un Informe de la Comisión de la Verdad, publicado en 2010.
«Existen suficientes elementos que permiten concluir que, al momento de su desaparición, el señor Garzón Guzmán fue privado de la libertad por agentes estatales«, dice la Corte IDH.
La instancia Interamericana añade que su desaparición sucedió en un contexto de desapariciones forzadas cometidas por agentes estatales contra personas identificadas como subversivas, en particular, como integrantes de los grupos «Alfaro Vive Carajo» y «Montoneras Patria Libre».
Previo a su desaparición, según lo expuesto en la sentencia de la Corte IDH, el 7 de agosto de 1989 Guzmán fue detenido y trasladado a una prisión, donde estuvo recluido por aproximadamente 13 meses. Fue torturado con el objeto de que reconociera que pertenecía a un grupo armado ilegal y fue acusado de la comisión de varios delitos y relacionado con «actividades subversivas», pero en septiembre de 1990, el juez que tramitaba la causa declaró el sobreseimiento definitivo del proceso y lo dejó en libertad.