El embajador chino en Berlín, Wu Ken, ha rechazado rotundamente las críticas realizadas por Alemania y la Unión Europea a la política china en materia de derechos humanos.

En una entrevista concedida a la agencia DPA, el enviado indicó que cada país «debe preocuparse de sus propios deberes de casa en lugar de señalar a otros con su índice». Entre los problemas que enfrenta Alemania mencionó el radicalismo de ultraderecha, el racismo y antisemitismo.

Wu Ken acusó a los políticos alemanes de doble rasero a la hora de evaluar la respuesta de Pekín a las protestas en Hong Kong. Muchos en Alemania condenaron la operación policial contra los manifestantes que intentaron asaltar el Parlamento asiático el año pasado. Mientras, cuando manifestantes trataron de irrumpir en el edificio del Reichstag hace unas semanas, todos los partidos y medios alemanes lo criticaron, indicó el diplomático.