El Ejército ruso salva a un militar ucraniano que resultó gravemente herido y fue abandonado por sus compañeros

El Ministerio de Defensa de Rusia ha comunicado este domingo que un militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania, gravemente herido, ha sido hallado por el Ejército ruso. El hombre, abandonado por sus compañeros, «fue evacuado de inmediato a un hospital médico de campaña donde recibió primeros auxilios».

«Tras estabilizar el estado del herido, fue trasladado en helicóptero a la unidad médica especial de las Fuerzas Aerotransportadas, donde le realizaron una operación compleja y brindaron atención médica altamente cualificada», reza el comunicado.

Ígor Olenchuk, el militar encontrado por los soldados rusos el pasado 20 de abril, llegó a la unidad médica de las Fuerzas Aerotransportadas con un diagnóstico de «amputación traumática de la pierna derecha». «El 16 de abril fue herido y acabó abandonado por sus compañeros», precisó el comandante de la unidad médica.

Olenchuk desarrolló gangrena en la pierna y fue operado durante unas 3 horas y media en condiciones hospitalarias de campaña. «A pesar de que representó al lado adversario, intentamos tratar a todos los que vienen a nosotros con humanidad», dijo el médico.

Por su parte, el propio combatiente explicó que el resto de militares ucranianos que se encontraban junto a él en el momento en que resultó herido huyeron y lo dejaron solo, a pesar de sus súplicas por ser evacuado. «Perdí el conocimiento, y cuando recuperé el sentido, vi que un chico me estaba colocando un torniquete en la pierna, me dijo: ‘Aguanta’, y también se fue corriendo», recordó Olenchuk.

El militar precisó que fue encontrado por las tropas rusas al cabo de 3 días y fue él mismo quien empezó a pedir auxilio cuando sintió el acercamiento de un vehículo blindado. «Seré honesto, nadie me humilló, nadie me golpeó», dijo, mientras explicaba en qué consistió la ayuda médica que le brindó la parte rusa.

«Todo se hizo rápido, en un hospital todo se hubiera hecho más lentamente», recordó, agradeciendo el trabajo de los doctores. «Para ser honesto, estaba seguro de que me humillarían, me golpearían. Inesperadamente [recibí] buen trato por parte del personal médico», reconoció Olenchuk, quien ya pudo contactar con su hijo para decirle que está vivo y fuera de peligro.