El Congreso Extraordinario del Partido Popular abre la puerta del liderazgo del principal partido de la oposición en España a Núñez Feijóo
Este martes se ha despejado el camino del Partido Popular, la principal fuerza de la oposición en España, después de diez días de escándalo que comenzaron con el brutal enfrentamiento entre el hasta ahora presidente del PP, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, perteneciente al mismo partido.
La crisis, inédita en las cuatro décadas de historia de esta formación, se ha cerrado este martes con la celebración de la Junta Directiva Nacional del PP, el órgano más importante del partido entre Congresos. Se han ratificado dimisiones, se ha escenificado el adiós de Casado, se ha dejado a la formación en manos de una coordinadora y se ha abierto la puerta, por aclamación, a que Alberto Núñez Feijóo sea el candidato a liderar el PP tras la convocatoria de un Congreso Extraordinario para los próximos 2 y 3 de abril en Sevilla.
Justo antes de la reunión que ha congregado a 400 miembros del partido, el Comité Ejecutivo Nacional del PP se ha reunido en el Hotel Eurostars Towers de Madrid, para celebrar un acto que ha sido tan solo un trámite de unos pocos minutos.
Allí se ha ratificado la propuesta del nombramiento de Cuca Gamarra, portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados, como coordinadora general del partido hasta la celebración del nuevo congreso y el de Esteban González Pons como presidente del comité organizador del mismo.
👉 @pablocasado_: “El PP pertenece a sus afiliados, pero es patrimonio de los españoles. Por eso lamento la situación que han sufrido durante esta semana”.He sido muy feliz representando a esta organización porque creo que haciéndolo estaba prestando el mejor servicio a España. pic.twitter.com/TuH2wa5vlI
— Partido Popular (@populares) March 1, 2022
Además, se ha tramitado la dimisión de Teodoro García Egea, presentada el martes de la semana pasada por quien hasta entonces había sido número dos y mano derecha de Pablo Casado.
Ya en la Junta Directiva Nacional, el plato fuerte ha sido el discurso de Casado que, en una intervención escrita, ha intentado que sus palabras fueran puntos de sutura para la grave crisis que ha estado viviendo su formación. Ha lamentado todo aquello que hubiera podido hacer mal y se ha quejado del trato recibido, que no merecía, según sus palabras.
Los presentes han procedido a la convocatoria del congreso extraordinario, también como un trámite, toda vez que la semana pasada, durante la tensa reunión que Casado mantuvo hasta altas horas de la madrugada con los presidentes del partido a nivel regional, ya había sido tomada la decisión.
Adiós a Casado y bienvenida a Núñez Feijóo
Pablo Casado continuará como presidente formal de la fuerza política hasta que se celebre el congreso extraordinario en el que se renovará el liderazgo. Ha estado tres años y medio al frente del PP después de que ganara unas primarias, las primeras que se celebraban en esta formación, derrotando a la principal favorita, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Entonces tenía tan solo 37 años.
Por su parte, Nuñez Feijóo es uno de los valores fueres del PP desde hace lustros. Lleva cuatro legislaturas consecutivas gobernando en su región de origen, Galicia, y ya en 2018 se especuló ampliamente con la posibilidad de que presentara su candidatura a las primarias, pero entonces no dio el paso.
Siempre se ha rumoreado que solo daría ese paso por aclamación, cuando no hubiera que batirse con adversarios que tuvieran posibilidades. Ese momento ha llegado. La semana pasada todos los líderes regionales se pronunciaron públicamente a su favor, deseando que lanzara su candidatura y respaldándole.
Sin embargo, Núñez Feijóo no ha hecho públicas todavía sus intenciones, que serán anunciadas mañana después de reunirse con el partido en Galicia, aunque se da por hecho que se presentará para presidir su partido a nivel nacional y que no contará con ningún contrincante conocido.
El enfrentamiento que acabó con Casado
Sin embargo, el enfrentamiento que acabó con Casado tiene su origen lejos de Galicia, en Madrid. Hace diez días explotaron las desavenencias que se habían estado produciendo en los últimos tiempos entre Casado y Díaz Ayuso.
La presidenta madrileña, en una rueda de prensa sin preguntas, acusó a la dirección nacional de su partido de haberla espiado ilegalmente y de tener la intención de destruirla políticamente utilizando para ello a su familia.
Casado, junto a García Egea, pasó al contraataque y, mientras negaba el espionaje, habló de comisiones del hermano de Ayuso por la compra de mascarillas en el peor momento de la pandemia de coronavirus por intermediar en un contrato entre una empresa y la Comunidad de Madrid. Se pronunciaron las palabras testaferro, empresa pantalla, comisión y falta de ejemplaridad.
A partir de entonces el espectáculo en el PP no se hizo esperar. Las principales voces del partido salieron en defensa del Casado, incluso con el hashtag que llegó a ser trending topic #YoConCasado. Pero a medida que fueron pasado las horas y los días los apoyos empezaron a menguar estrepitosamente. Para el pasado lunes, cuatro días después del estallido del escándalo, ya no le quedaba al presidente popular ningún apoyo y sí muchas voces pidiendo la cabeza de su número dos.
Aunque García Egea presentó su dimisión el martes, las peticiones de renuncia ya no cesaron, entonces ya dirigidas al propio Casado, que el pasado miércoles claudicó ante los líderes regionales que clamaban en su contra y a favor de que Núñez Feijóo tomara las riendas de un partido que parecía totalmente descompuesto.