El círculo cercano del dalái lama figura en la lista del ‘malware’ Pegasus (no así el líder espiritual, que no usa móvil)

Los números de teléfono de varios miembros del círculo cercano de Tenzin Gyatso, el decimocuarto dalái lama, figuran en la lista de los 50.000 filtrados que los clientes de la empresa de vigilancia israelí NSO Group, diseñadora del ‘malware Pegasus’, seleccionaron para rastrear, reporta The Guardian.

El pasado 18 de julio, se publicó una investigación realizada por 17 medios de comunicación en la que se revelaba que dicho ‘software’ espía fue utilizado para ‘hackear’ los teléfonos inteligentes de periodistas, activistas, ejecutivos y políticos en todo el mundo.

Entre los afectados figuran Tempa Tsering, representante del líder espiritual en Nueva Delhi (la India); Lobsang Sangay, expresidente del Gobierno Tibetano en el Exilio (con sede en la ciudad india de Dharamsala); Tenzin Taklha, secretario privado del dalái lama, y Lobsang Tenzin, jefe del fideicomiso encargado de controlar la selección del heredero del líder espiritual, entre otros asesores. El mismo líder budista no fue objeto de vigilancia, ya que no usa teléfono móvil.

Se indica que los números de estas personas fueron blanco de seguimiento, detrás del cual estaba el Gobierno de la India. El rastreo de los líderes tibetanos se inició a finales de 2017, es decir, coincidiendo con la reunión privada del expresidente de EE.UU., Barack Obama, con el dalái lama.

Aunque los números de estas personas no fueron examinados para confirmar si habían sido ‘hackeados’, el análisis de otros 10 números de la lista de presuntos clientes indios halló las huellas de Pegasus.

Mientras, NSO Group descarta que los números que aparecen en la lista filtrada hayan sido rastreados con el uso de Pegasus.

Lucha por el sucesor

Una de las razones por las que el Ejecutivo indio podría haber recurrido al ‘malware’ es la cuestión de la sucesión del líder espiritual del budismo tibetano y los intentos chinos de influir en la selección del nuevo dalái lama. De hecho, Pekín ya presiona a Nepal y Mongolia para que reconozcan al sucesor conveniente para el gigante asiático, así como entabla encuentros con clérigos y maestros budistas, buscando su apoyo en esta cuestión, recuerda el diario.

Por su parte, EE.UU. ya anunció el año pasado que sancionará a cualquier Gobierno que se entrometa en el proceso de selección.

«La India quiere asegurarse de que los tibetanos no lleguen a un acuerdo con los chinos que implique el regreso del dalái lama al Tíbet (lo abandonó tras el levantamiento fallido en 1959)», cita el periódico a un exmiembro de la Administración Central Tibetana.

Además, el monitoreo del círculo del líder espiritual podría explicarse por el deseo de la India de estar al tanto de los contactos informales entre las autoridades chinas oficiales y los líderes tibetanos. En este sentido, las autoridades indias no permitieron al dalái lama que se encontrara con el presidente chino, Xi Jinping, cuando este estaba de visita en el país en 2014.