Ejemplo de Carta de Renuncia Voluntaria
Ejemplo de Carta de Renuncia Voluntaria. Cuando tenemos en mente redactar una carta de renuncia voluntaria, nuestro propósito principal debe ser siempre dejarse una puerta abierta porque nunca se sabe si en un futuro próximo quisiéramos optar de nuevo a un proceso de selección en la misma empresa en la que renunciamos ahora a trabajar.
En el siguiente ejemplo puedes revisar como redactar una Renuncia Voluntaria. Puedes utilizar el modelo para presentarla a tu empleador o en tu empresa, cuando decidas dejar el trabajo, pero recuerda reemplazar los espacios con tus datos.
Descarga gratis nuestro modelo de carta de renuncia voluntaria en formato Word. Carta lista para personalizar y enviar. Aprende paso a paso cómo debes redactar este tipo de carta cuando decidas terminar tu relación laboral con una empresa, compañía o empleador. Descarga ya este ejemplo de carta de renuncia voluntaria y utilízalo para el proceso que estés por llevar a cabo.
Modelo de carta de renuncia voluntaria
Motivos para redactarla carta de renuncia
Las razones que pueden llevarte a presentar una carta de renuncia son diversas y multi-factoriales. Van desde inconformidad con las condiciones salariales y beneficios laborales, un negativo clima laboral debido a relaciones interpersonales conflictivas. Hasta la percepción de estancamiento en tu puesto de trabajo. O simplemente deseas cambiar de escenario y así buscar un empleo que ofrezca mejores expectativas para tu crecimiento personal y profesional.
Una carta de renuncia voluntaria permite comunicar tu decisión a la gerencia sin que esto genere fricciones o malos entendidos. Ya que facilitará a la empresa o institución la búsqueda a tiempo del recurso humano necesario para reemplazarte. Debes generar el menor impacto en el proceso de trabajo, y evitar la paralización de la unidad donde laboras.
La presentación de esta carta es de carácter voluntario, esto significa que el trabajador no tiene presiones internas o externas de la empresa o institución. Por lo que los jefes, gerentes o encargados deben entender las razones expresadas en ella, al menos que se pueda abrir un proceso de negociación y acuerdo entre las partes, de lo contrario debe ser aceptada.