Ejecutan en EE.UU. a un asesino pese a dudas sobre su capacidad intelectual y a una petición de clemencia del papa Francisco

Este martes, Ernest Johnson fue ejecutado por inyección letal en la prisión estatal de Bonne Terre, en Misuri (EE.UU.), a pesar de las peticiones de clemencia formuladas por importantes personalidades y de los alegatos de discapacidad intelectual presentados por su abogado, informa la cadena NBC.

Aunque en el pedido de clemencia se unieron las voces del papa Francisco, los congresistas demócratas Cori Bush y Emanuel Cleaver y el exgobernador del estado Bob Holden, el actual mandatario estadal, el republicano Mike Parson, le denegó este lunes el indulto a Johnson, alegando que los tribunales han rechazado en repetidas ocasiones sus apelaciones.

En efecto, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este martes los alegatos de la defensa para suspender la ejecución, incluyendo el argumento de que las pruebas de coeficiente intelectual indicaban que el recluso tenía apenas la capacidad cognitiva de un niño.

Jeremy Weis, abogado defensor, había señalado ante el máximo tribunal de Misuri, ya en mayo pasado, que su cliente nació con síndrome de alcoholismo fetal y que además perdió una quinta parte de su masa cerebral por la extirpación de un tumor en 2008, condiciones que lo pondrían en riesgo de sufrir graves y dolorosas convulsiones si se le ejecutaba por inyección letal. Por tales motivos, la defensa llegó incluso a solicitar que Johnson fuese ejecutado por un pelotón de fusilamiento, petición que le fue negada.

«Los hechos del delito reflejan claramente la capacidad del delincuente para planificar, elaborar estrategias, calcular y maquinar con eficacia», apuntó el fiscal general de Misuri, el republicano Eric Schmitt, en referencia al triple asesinato cometido por Johnson en 1994, en el que terminó a martillazos con la vida de tres empleados de una tienda para robar el dinero de la caja registradora, que luego usó para comprar narcóticos, delitos por los que fue condenado a la pena capital.

«Si Misuri ha de guiarse por el estado de derecho, debemos moderar nuestra comprensible ira con la razón y la compasión hacia los más vulnerables entre nosotros, incluido Ernest Johnson», señaló el exgobernador Holden, agregando que la ejecución de este martes era un caso atípico, ante las dudas razonables sobre la capacidad intelectual del sentenciado.