EE.UU. se está quedando atrás en defensa debido al temor de los gigantes tecnológicos hacia China, advierte el fundador de una empresa de defensa
Palmer Luckey, fundador de la firma de gafas de realidad virtual Oculusy de la compañía estadounidense Anduril, especializada en defensa, participó este miércoles en la conferencia tecnológica Brainstorm Tech de Fortune y afirmó que Washington y sus aliados se están quedando atrás en el ámbito de la guerra de alta tecnología.
Según el experto, el motivo se debe a que el Pentágono no obtiene los beneficios estratégicos necesarios de Silicon Valley,recoge Tribune Content Agency.
El fundador de Anduril, que vende sistemas de defensa de drones impulsados por IA a EE.UU. y sus aliados, hizo hincapié en el hecho de que los gigantes tecnológicos, como Google o Meta (calificada en Rusia como organización extremista), no destinen sus altas capacidades a la defensa. El empresario señaló que, a pesar de las considerables inversiones de Washington en el sector, este no cuenta con la participación de la industria tecnológica por una simple razón.
En su opinión, «nadie quiere perder el acceso a los mercados chinos, el capital chino y la fabricación china, especialmente empresas como Apple, que han invertido literalmente cientos de miles de millones de dólares y seguirá invirtiendo cientos de miles de millones más».
Luckey reveló que los productos de la empresa de la manzana aparecieron en el mercado chino en 2010 y desde hace unos años la compañía obtiene la cuarta parte de sus ganancias de las ventas en el país asiático. Además, Apple lleva a cabo casi toda su fabricación en China.
«Se podría pensar que si alguien puede hacer lo que quiere ese es Apple, la mayor empresa del país, una de las entidades más poderosas del mundo, más poderosa que la mayoría de las naciones», comunicó Luckey. «[Pero] nunca podrían hacer nada que molestara al Partido Comunista Chino porque, si eso ocurre, [con] el 95% de su fabricación en China, sería una empresa de 2 billones de dólares que podría desaparecer de un plumazo», precisó.
Aparte de no poder contar con los especialistas de Silicon Valley para contrarrestar las armas de alta tecnología que producen China o Rusia, el Pentágono opta por trabajar con los grandes contratistas de defensa de siempre, como Raytheon y McDonnell Douglas, a pesar de la amplia variedad en el mercado.
«No tenemos la estructura y ciertamente no tenemos los incentivos del Gobierno para construir sistemas autónomos, robótica, inteligencia artificial, sensores de inteligencia artificial, sistemas de comando y control conjuntos de alto nivel para todos los dominios», aseguró el experto. «Quedó claro que esa sería una parte importante del futuro que no estábamos construyendo en nuestros principales momentos de defensa», aseveró.
Luckey, por su parte, trabaja en intentar encontrar formas de ayudar a Silicon Valle y al Pentágono a trabajar juntos para la defensa del país norteamericano, a la vez que enfatiza que ambas entidades deben reunir sus fuerzas y mejorar las deficiencias en inteligencia artificial y tecnologías autónomas.