EE.UU.: La familia de Breonna Taylor, afroamericana abatida por la Policía, recibirá 12 millones de dólares
La municipalidad de la ciudad de Louisville (Kentucky, EE.UU.) le pagará 12 millones de dólares a la madre de Breonna Taylor, una afroamericana que en marzo pasado fue abatida a tiros cuando tres oficiales buscaban drogas en su casa, reseña AP. Se trata de la mayor suma pagada por autoridades locales en un caso de mala conducta policial, según fuentes del medio.
La parte financiera del acuerdo, que también incluye reformas policiales, fue anunciada el martes por Sam Aguilar, abogado que representa a la familia Taylor en su demanda civil contra la ciudad por homicidio culposo.
«La respuesta de la ciudad, en este caso, se ha retrasado y ha sido frustrante, pero el hecho de que hayan estado dispuestos a sentarse y hablar sobre una reforma significativa fue un paso en la dirección correcta y, con suerte, un punto de inflexión», dijo Aguilar sobre el acuerdo.
Orden de ‘no tocar la puerta’
La muerte de la joven a manos de la Policía plantó su nombre al centro de la controversia nacional sobre la injusticia racial en Estados Unidos y desató meses de protestas en Louisville, así como llamados en todo el país para que los agentes involucrados en el fatal incidente fueran enjuiciados.
Taylor, una técnica médica de emergencias de 26 años, fue asesinada a tiros por la Policía en marzo pasado, cuando los agentes allanaron su apartamento en virtud de una orden judicial relacionada con una investigación sobre drogas. Fue una de las llamadas órdenes de ‘no tocar la puerta’ y que, al ser emitidas por un juez, permiten a las fuerzas del orden entrar en la propiedad sin notificación previa inmediata a sus residentes.
El novio de Taylor, Kenneth Walker, disparó contra los agentes cuando entraron a la casa, y afirmó luego que creía que eran intrusos. Un oficial recibió un tiro en una pierna, mientras que la joven murió por los disparos de la Policía. No se encontraron drogas en el hogar.
Reformas policiales
Este lunes, el alcalde de Louisville, Greg Fischer, anunció una serie de reformas policiales que son parte del acuerdo con la familia de Taylor. La medidas incluyen el establecimiento de un «programa de crédito para la vivienda» dirigido a alentar a los oficiales a vivir en las comunidades que monitorean, brindar horas pagadas para que los agentes se ofrezcan como voluntarios en alguna organización de sus comunidades, y estimular el involucramiento de trabajadores sociales para ayudar a lidiar con posibles problemas de salud mental entre los residentes.
Ninguno de los oficiales involucrados en el tiroteo ha sido acusado de ningún delito, aunque hay una investigación en curso sobre el incidente. Grupos de activistas y manifestantes han pedido que los agentes implicados sean acusados por la muerte de Taylor.
«Vemos este acuerdo como lo mínimo que se puede hacer por una madre en duelo», afirmó en un comunicado Until Freedom, un grupo de justicia social que ha impulsado muchas de las protestas en Kentucky. «La ciudad no le está haciendo ningún favor. La verdadera justicia no se realiza con compensaciones en efectivo. Necesitamos que los involucrados en su asesinato sean arrestados y acusados. Necesitamos responsabilidad. Necesitamos justicia».