EE.UU. erradica por primera vez una especie invasora de insectos en un territorio en el Pacífico
El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. reporta haber erradicado una especie invasora del atolón Johnston, un territorio no incorporado del país norteamericano en el Pacífico, situado al oeste de las islas Hawái.
Las hormigas locas amarillas, provenientes del sudeste de Asia, hostigaron durante la última década a las aves marinas que anidan en la isla y especialmente a sus polluelos, muchos de los cuales quedaron ciegos o murieron como consecuencia del ácido fórmico que estas hormiga expulsan, comunicó esa autoridad estadounidense la semana pasada.
Esta especie invasora, cuyo nombre científico es ‘Anoplolepis gracilipes’, recibe el apelativo de ‘hormiga loca’ a causa de sus característicos movimientos rápidos y erráticos, especialmente cuando se la molesta. Fue introducida involuntariamente en ese atolón y en otras regiones del Pacífico, incluidas las islas Hawái.
A causa de su expansión en el atolón Johnston, miles de aves dejaron de anidar en las más de 28 hectáreas de una reserva natural que constituye el único hábitat aviar en casi 1,5 millones de kilómetros cuadrados en medio de alta mar. El área es un refugio para 14 especies, y para el ave tropical de cola roja es el hogar de su mayor colonia en todo el mundo.
Tras estimar los daños que había ocasionado la plaga, un grupo de voluntarios y trabajadores del Servicio de Pesca y Vida Silvestre estadounidense procedieron a experimentar con cebos venenosos y otras técnicas para deshacerse de las hormigas locas. Los trabajos duraron varios años y, cuando los insectos desaparecieron, los científicos llevaron al atolón a dos perros entrenados para olfatear las colonias subterráneas. Los sabuesos recorrieron cerca de 200 kilómetros y no encontraron ninguna hormiga.
«Esta es la primera vez que una especie de hormiga invasora ha sido erradicada en un área de tierra tan grande en Estados Unidos», resumió la superintendente del Monumento nacional marino de las islas remotas del Pacífico, Kate Toniolo. «Para asegurar que la erradicación fue exitosa, los equipos han estado monitoreando, buscando y examinando estas hormigas locas amarillas».
Una vez dada por terminada la misión, los funcionarios celebran que el atolón vuelva a ser un refugio seguro para las aves marinas, pero seguirán restaurando su hábitat y también se centrarán en otras especies invasoras, aseguró Stefan Kropidlowski, de ese mismo ente.
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