EE.UU. buscará aumentar su influencia en África, una región donde es fuerte la presencia económica china: ¿todo para competir con Pekín?
La administración Biden dio a conocer que espera aumentar la presencia de EE.UU. en África, donde se siente cada vez más la presencia económica china.
«Estados Unidos reafirma su compromiso con el continente […]. Estamos forjando nuevos caminos para conectar las innovaciones de clase mundial con las prioridades económicas en las comunidades africanas, con sus prioridades económicas», dijo este martes la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, en la Cumbre Empresarial de EE.UU. y África, en Washington, informa South China Morning Post.
Por su parte, la directora senior para África en el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., Dana Banks, aseguró que el país norteamericano quiere centrarse en inversiones en sectores tales como la energía limpia, la salud, la agricultura y la infraestructura de transporte.
Las declaraciones de las funcionarias corresponden a la iniciativa ‘Build Back Better World’ (‘Reconstruir un mundo mejor’, acronimado como B3W), propuesta por Joe Biden como una alternativa conjunta de los países del G7 a la Nueva Ruta de Seda china, y el proyecto de infraestructura Prosper Africa, anunciado por el predecesor del mandatario, Donald Trump.
Sin embargo, tendrían que revertir una tendencia de las últimas dos décadas. En el 2001, EE.UU. controlaba el 15,5% del comercio con países africanos y China el 4%. Para el 2020, la proporción era del 5,6% contra el 25,6%, con un liderazgo inexpugnable de Pekín.
Competencia difícil
«A pesar del tremendo potencial económico de África, Estados Unidos ha perdido terreno sustancial frente a socios tradicionales y emergentes, especialmente China», dijo este miércoles al Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense el director ejecutivo de Thunderbird School of Global Management, Landry Signé. Agregó que las inversiones directas chinas en el continente crecieron a un ritmo del 40% anual entre 2010 y 2020.
Por su parte, el exministro de Obras Públicas de Liberia, W. Gyude Moore, dijo al mencionado diario que ambas iniciativas estadounidenses «en el mejor de los casos, […] serán complementarias» a las inversiones chinas. «No puedo imaginar cómo las reemplazarían», sostuvo Moore, quien es actualmente el investigador principal de políticas del Centro para el Desarrollo Global no gubernamental estadounidense.
¿Menos administrable pero más eficaz?
Por el contrario, el profesor de la Universidad George Washington, David Shinn, cree que los proyectos estadounidenses tienen ciertas ventajas sobre la penetración china que, según él, depende mucho de Pekín como actor político.
«Es más difícil administrar programas del sector privado que uno dirigido por un solo gobierno. Al mismo tiempo, el esfuerzo del sector privado será, en mi opinión, más sostenible y responderá de manera más eficaz a las necesidades de los países africanos», aseveró el experto.