EE.UU. aumenta su presencia militar en Asia Oriental para contrarrestar el fortalecimiento de China
EE.UU. aumentará su presencia militar en el Indo-Pacífico y adoptará en la región el concepto de operaciones multidominio, es decir, el uso sinérgico de fuerzas de diferentes dominios no convencionales, como la inteligencia, el espacio, la guerra electrónica y el ciberespacio. Lo declaró el 10 de enero el secretario del Ejército estadounidense, Ryan McCarthy.
«A pesar de que continuamos con la tradicional cooperación en seguridad, también estamos empleando nuevas capacidades para utilizar el Indo-Pacífico como base para probar nuestro nuevo concepto conocido como ‘operaciones multidominio'», dijo McCarthy en un discurso pronunciado en la institución Brookings, en Washington.
Resaltó que para contrarrestar a China, considerado el mayor rival de EE.UU. en la región, el Ejército norteamericano debe cambiar su táctica actual, que es apropiada para guerras con países relativamente débiles.
«Los militares han tenido una mentalidad de boxeador [en lo referente al] conflicto: entrar, [mover] las manos rápidamente, dar en la primera ronda un golpe devastador, rápido y letal e irse. Sin embargo, nuestro enfoque de la competencia con adversarios potenciales, como Rusia y China, será más parecido a un partido de fútbol que a un ‘round’ en el ‘ring’. La firmeza, la asociación sólida y la paciencia serán la combinación necesaria», señaló McCarthy.
«Si hubiera un conflicto con un rival muy poderoso EE.UU. no sería capaz de bombardear localizaciones estratégicas fácilmente, introducir fuerzas de forma segura. […] Las operaciones multidominio crean una ventaja asimétrica», reiteró.
Asimismo, el secretario justificó la presencia de las tropas estadounidenses en la región indo-pacífica argumentando que esta conlleva ventajas económicas para Washington.
«Tener al Ejército estadounidense en la región fortalece la posición de EE.UU. para llevar a cabo el comercio mundial, generar confianza con los inversores y competir económicamente», afirmó McCarthy.
El experto en geopolítica Fernando Moragón explicó a RT que se pueden definir dos líneas de presión militar de EE.UU. contra Pekín en la región. La primera, consistente en «una enorme cantidad de bases» que rodean al gigante asiático, sirve para cerrarle a Pekín la salida a aguas internacionales. La segunda, situada en la isla de Guam, puede ser utilizada para situar misiles con capacidad de alcanzar el territorio chino.