Dmitri Medvédev: «La epidemia del covid-19 ha dejado en claro que las libertades políticas por sí solas no pueden salvar vidas»
El día del 75.º aniversario de la creación de la Organización de las Naciones Unidas el expresidente de Rusia, ex primer ministro y vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvédev, ha destacado el papel de esta institución internacional para que funcionen los mecanismos de resolución de situaciones de conflicto dentro del marco legal.
El expresidente ruso subrayó que ninguna otra organización internacional, y mucho menos las alianzas militares, pueden sacudir el monopolio de los órganos constitucionales de la ONU sobre la expresión de la voluntad de la comunidad mundial.
«La difuminación de la responsabilidad por la seguridad global, los intentos de varias organizaciones y algunas potencias de poner etiquetas a otros Estados y Gobiernos, de decidir el destino del mundo, inevitablemente nos harán retroceder por décadas», aseveró.
«El escenario típico» de injerencia en los asuntos internos de otros Estados
Al mismo tiempo, el exmandatario indicó que «lamentablemente, a pesar de los esfuerzos en curso para mantener la paz, continuamos siendo testigos de acciones agresivas unilaterales, de violentos intentos de interferir en los asuntos internos de Estados soberanos, emprendidos, en particular, por EE.UU. y sus aliados de la OTAN».
Medvédev subrayó que se sigue repitiendo «el escenario típico» de injerencia ilegal en los asuntos internos de los Estados: «sembrar una escisión en la sociedad, apoyar y armar a la oposición para derrocar al actual Gobierno con una referencia formal a los valores democráticos«.
«En el 2003, la coalición internacional liderada por EE.UU., que incluía a varios países de la OTAN, invadió Irak. Con el pretexto de luchar contra el terrorismo internacional y buscar armas de destrucción masiva, fue derrocado y ejecutado el presidente legítimo del país, Saddam Hussein, fue destruido el ‘estado autoritario’ y creado uno ‘verdaderamente democrático'», recordó.
«Otro ejemplo: desde el año 2012, EE.UU., con la cooperación de los países de la OTAN, ha brindado apoyo militar encubierto a los rebeldes en Siria. Esto solo provocó un masivo derramamiento de sangre y una crisis interna en este país», denunció.
El mundo en época de pandemia
La actual recesión económica mundial, causada por la pandemia de coronavirus, está obligando a los Estados a repensar los valores y priorizar a favor de proteger la vida y la salud de sus ciudadanos, así como a proteger los derechos humanos que garantizan una existencia digna y segura, señaló Medvédev.
«La epidemia del covid-19 ha dejado en claro que las libertades políticas por sí solas no pueden salvar vidas. Esto requiere un sistema eficaz y accesible de atención médica y protección social, programas a nivel nacional que garanticen la seguridad sanitaria y la máxima coordinación de los esfuerzos en todos los niveles de la autoridad pública», destacó, añadiendo que precisamente los Estados fuertes, que pudieron movilizar rápidamente la economía y las instituciones políticas para contrarrestar la pandemia, hicieron frente con éxito a sus consecuencias y salvaron millones de vidas.
La pandemia del covid-19 en decenas de países ha puesto de manifiesto los problemas de desigualdad. Muchas personas fueron abandonadas a su suerte
Medvédev afirmó que, a día de hoy millones de personas, no solo en los países en desarrollo, sino también en los desarrollados, viven por debajo del umbral de la pobreza, no pueden satisfacer sus necesidades básicas y las de sus familias, se sienten marginados y aislados de los logros de la civilización.
«El movimiento Black Lives Matter, que se extendió por los países occidentales en el 2020, demostró claramente la demanda global insatisfecha de un orden mundial justo, del cierre de la brecha entre ricos y pobres, del acceso a la atención médica necesaria, educación moderna e ingresos decentes, independientemente del color de piel o el estatus social», reiteró.
El papel del Estado
En este contexto, aseveró que la justicia social no puede ser restaurada únicamente mediante el desarrollo de una economía de mercado sin la intervención del Estado (según el concepto del Laissez-faire) o mediante proyectos separados de caridad. «Esto requiere de la mano del Estado, una política presupuestaria consciente, un Gobierno responsable y estable y una comprensión de los objetivos a largo plazo del desarrollo socioeconómico. Los Estados deben tomar medidas decisivas para adaptar sus sistemas económicos y políticos nacionales a los desafíos modernos«, sostuvo.
La misión clave del Estado hoy es permitir que cada ciudadano se sienta como un miembro de pleno derecho de la sociedad, brindar igualdad de oportunidades para la autorrealización, formar la autoestima y la confianza en el futuro, indicó el expresidente ruso.
La intimidación total, la creación artificial de la imagen de un enemigo, el avivamiento de la histeria en los medios de comunicación y las redes sociales son un fenómeno sumamente peligroso al que deben resistir, entre otras, las estructuras de la ONU
Medvédev recordó que «durante cientos de años, los pueblos de nuestros países vivieron con miedo al enemigo, a la inminente amenaza de guerra». «Pero el miedo y la desconfianza no pueden ser la base para construir un mundo estable. El miedo finalmente debe ser reemplazado por la esperanza», aseveró.
La importancia de la cooperación
El expresidente ruso está seguro de que respetar estos principios, así como preservar la arquitectura única de la ONU, tener en cuenta los intereses y las características nacionales de los demás, «hoy en día es más necesario que nunca». «Al mismo tiempo, un sincero deseo de cooperación y asistencia mutua, así como la solidaridad contribuirán al logro de los objetivos previstos en la Carta de las Naciones Unidas», agregó.
Recordó que después de la explosión en Beirut en agosto del 2020 los rescatistas rusos llegaron al Líbano para brindar asistencia a las víctimas. Durante la pandemia, Rusia brindó apoyo a gran escala a Venezuela, Irán y otros países, proporcionándoles equipo médico y de protección personal. Los militares rusos participaron en la respuesta a la pandemia en Italia, las actividades humanitarias rusas continúan actualmente en Siria. Durante su discurso en la 75.ª sesión de la Asamblea General de la ONU, el presidente ruso Vladímir Putin ofreció a todos los empleados de la ONU recibir la vacuna rusa Sputnik V de forma gratuita.
En el contexto de la epidemia mundial en curso, es necesario garantizar un suministro sin obstáculos de alimentos, equipo y tecnología a las zonas más afectadas.
«Rusia ha presentado constantemente propuestas para una negativa general a aplicar restricciones comerciales y financieras a los suministros humanitarios. Ninguna consideración política puede interferir con la cooperación para salvar vidas», subrayó Medvédev.
«No debemos olvidar que la ONU fue creada como una organización que debe buscar soluciones a los problemas globales más agudos, proteger los intereses de la paz y la seguridad. Está diseñada para salvar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, reafirmar la fe en los derechos humanos fundamentales, garantizar el respeto del derecho internacional y mejorar las condiciones de vida de las personas», concluyó.