Detención y prisión preventiva del líder mapuche Héctor Llaitul desemboca en la primera baja del gabinete de Boric en Chile
La justicia chilena dictó este jueves prisión preventiva para el líder mapuche Héctor Llaitul, dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), por presuntas infracciones a la Ley de Seguridad Nacional. Llaitul había sido detenido un día antes, mientras se producían numerosos hechos violentos en la región de Biobío y La Araucanía.
La Fiscalía enumeró en su acusación cinco incidentes de los últimos dos años, entre los que se encuentran usurpación violenta, incitación a la destrucción de instalaciones privadas y robo de madera. Durante la audiencia de control, se rechazó la solicitud de la defensa de inhabilitar el proceso y declarar ilegal la detención, indicaron medios locales.
La jueza encargada declaró que el arresto del líder de la resistencia radical mapuche cumple con lo establecido por la ley y fijó un plazo de 30 días para la investigación. Asimismo, desestimó el pedido de su abogado de trasladar al imputado al Centro de Detención Preventiva de Temuco, que cuenta con un módulo que alberga personas de su etnia, y se someterá a la medida cautelar en el Centro de Cumplimiento Penitenciario del Biobío, en la ciudad de Concepción.
La medida judicial fue adoptada en medio del agudizado conflicto con esa comunidad en el sur del país. Organizaciones indígenas que reivindican sus derechos sobre esos territorios rechazaron la detención del activista mapuche y la actuación del Gobierno. En este contexto, ayer se produjeron cortes de vías con barricadas, quemas de vehículos y enfrentamientos con los Carabineros.
Renuncia ministerial por caso Llaitul
Altos funcionarios del Estado, encabezados por el presidente chileno, Gabriel Boric, viajaron en esta jornada a la zona para coordinar la prevención de mayores hechos de violencia. Durante su visita, el mandatario anunció la renuncia de la ministra de Desarrollo Social y Familia, Jeanette Vega, horas después de difundirse reportes de que una de sus asesoras habría llamado a Llaitul el pasado mayo para gestionar una eventual conversación.
Boric aceptó la dimisión de Vega, la primera en su gabinete desde que asumió el cargo, y su «responsabilidad política», argumentando la necesidad para su Gobierno de ser cuidadoso «del fondo y la forma» con respecto a la manera en que debe afrontarse el conflicto que se vive en la región. En este sentido, enfatizó que en su Administración existe la «voluntad sincera de avanzar hacia una solución de fondo» mediante el diálogo.
Según los informes, la llamada que involucra a Vega se produjo el 11 de mayo, poco después que, según una entrevista difundida por el sitio Werkén Noticias, Llaitul convocara a «organizar una resistencia armada». En ese entonces Boric planeaba desplegar militares por las carreteras, sin recurrir a un decreto de estado de excepción constitucional, en medio de la crisis de violencia en el sur.
Días después, la ministra Vega dijo en una entrevista que existían presos políticos por el estallido social y presos políticos mapuches. Horas más tarde, se retractó e indicó que había sido un malentendido y que no había presos políticos en Chile.
«Nadie está por sobre la ley»
En lo que se refiere a la actual situación de Llaitul, el presidente afirmó que en el país «nadie está por sobre la ley» y reiteró que ningún acuerdo con las comunidades indígenas puede lograrse por la «vía del enfrentamiento, la violencia y la represión». «El señor Llaitul ha reiterado de manera pública su nula disposición, y la de la organización que lidera, de abandonar la vía violenta, y por lo tanto, como corresponde a todo ciudadano, debe responder a la justicia», subrayó.
«La gran mayoría del pueblo mapuche son personan pacíficas y trabajadoras que quieren una solución en serio (…) Vamos a dialogar con todo el que sea necesario, con la condición de que justamente sea el diálogo y no la violencia el camino a seguir», añadió.
La organización encabezada por Llaitul se ha responsabilizado por diversos ataques incendiarios contra maquinaria forestal y edificaciones de empresas madereras, asentadas en un territorio que históricamente ha pertenecido a la etnia, en el sur del país.
Asimismo, es reconocida por exigir a las autoridades la devolución de las tierras ancestrales mapuches, hoy en manos de latifundistas, así como por exhortar a las comunidades indígenas a recuperar su territorio; incluso, en caso de ser necesario, por la vía armada.